Con este artículo, inicio el ciclo de entrevistas a directivos del sector titulado: 'Covid 1+9. Un directivo y nueve claves'.

Hoy contamos con Ramón Braña Cobas, CEO de Oca Hotels. Está al frente del grupo hotelero gallego desde 2014, que comprende las marcas Oca Hotels, Oca Termal Hotels y Grand Oca Resorts. En la actualidad, el porfolio de Oca cuenta con 26 unidades. A nivel internacional su presencia se extiende hasta Brasil y su foco nacional está en Galicia, Asturias y Cataluña.

Braña es licenciado en Turismo por la Universidad de Oviedo, Postgrado en Dirección y Planificación de Turismo Termal y de Salud por la Universidad de Vigo y cuenta con una amplia experiencia profesional como directivo hotelero. Anteriormente estuvo vinculado a cadenas como Meliá Hotels International, Med Playa Hotels, RIU Hotels & Resorts y Hesperia. Asimismo, es miembro de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH), desde 2018.

Pregunta (P): Una reciente encuesta preveía una bajada de entre un 20% y un 30% en número de turistas a nivel mundial. ¿Desde Oca Hotels en cuánto estiman el impacto para sus hoteles motivado por la COVID-19?

Respuesta (R): En estos momentos no podría cuantificar el impacto hacia nuestros hoteles, confiamos que no supere el 30% del presupuesto anual.

P: ¿Cuáles cree que serán los mercados que se reactiven antes?

R: Todo parece indicar que la reactivación irá por fases, siendo el cliente de proximidad el que más rápido se puede recuperar.

P: ¿Cómo cree que será la recuperación o reactivación del turismo?

R: La actual crisis no es como ninguna de las anteriores, no tiene su origen en un motivo económico sino sanitario, por lo tanto la recuperación vendrá muy condicionada por el momento en que se consiga la vacuna contra el COVID-19.

P: ¿Qué medidas creen que deben tomarse tanto a nivel gubernamental e insular, como de organismos de promoción y empresarios hoteleros?

R:  Principalmente, los organismos públicos deben apoyar al sector a nivel promoción, formación y, cómo no, comunicaciones. Si se reducen los costes aeroportuarios, por ejemplo, beneficiaría a todos los destinos insulares. Obviamente, en estos momentos, es fundamental que entre todos garanticemos seguridad y los organismos públicos deben de ayudar a comunicar que somos un destino seguro, pero también apoyar al sector en todas las inversiones que requerirá la adaptación de nuestros establecimientos.

P: A nivel hotelero, ¿en qué medida cree que impactará la situación motivada por el COVID-19 en este año 2020 y el próximo?

R: El impacto es y será evidente. Habrá hoteles que no abrirán este año, los resultados del sector estarán muy por debajo de las expectativas y, lo peor de todo, no generaremos empleo.

P:¿Cuál es su perfil de cliente habitual?¿Cree que cambiará?

R: Nuestra compañía es muy heterogénea. Con tres marcas como Grand Oca, Oca y Duerming abarcamos diferentes segmentos de mercado y disponemos de varias tipologías de hoteles. Uno de los segmentos con mayor incertidumbre es el del termalismo, por la gran dependencia del programa de Termalismo Social del Imserso, que por ahora está suspendido.
 

P: En su opinión ¿cuáles serán los primeros destinos en volver a emerger?

R: Como he dicho antes, los destinos de cercanía, pero esto no se aplica para Canarias, donde el mercado interinsular es muy inferior a la oferta alojativa. Canarias para el futuro inmediato, verano, necesitará apoyarse en el mercado nacional.

P: ¿Qué aspectos cree que serán claves para recobrar la confianza de los mercados emisores y clientes?

R: Lo dicho, transmitir que se trata de un destino seguro, entendido como tal aquel que ha puesto en marcha medidas de prevención de contagio del COVID-19 en todos los aspectos que forman parte del destino: alojamiento, transporte, restaurantes, ocio, oferta cultural, patrimonio histórico, patrimonio natural, etc.

P: ¿En qué medida cree que el factor tecnológico es importante en los tiempos de la reactivación turística?

R: El factor tecnológico en nuestro sector es fundamental en cualquier momento y lo será más ahora que tenemos que volver a reposicionar nuestros productos. Gracias a la tecnología un cliente a miles de kilómetros puede reservar de forma individual un producto turístico que puede ser con destino a Canarias. Utilizar correctamente la tecnología aportará ventajas competitivas.

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