“La gente de las agencias lo está pasando muy mal”, afirma Jaime Llull, profesional del sector turístico y CEO de Primera Travel, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Llull, durante 42 años, ha estado involucrado en la touroperación y en ventas como ejecutivo de productos de operación a las agencias de viajes en el mercado turístico de Reino Unido, donde reside desde entonces. Este experto explica cómo los agentes de viajes viven de las comisiones de los paquetes vacacionales que venden y que la incertidumbre generada por la pandemia afecta a la reserva de vacaciones, colocando en una situación muy complicada a estos trabajadores y autónomos.

Reino Unido había fijado el 17 de mayo como fecha clave para la recuperación de los viajes internacionales, por lo que los touroperadores están animando a sus clientes a reservar vacaciones. Sin embargo, ahora el Gobierno de Boris Johnson desaconseja viajar “como mínimo hasta agosto”, señala Jaime Llull, y añade que “el Gobierno quiere salvaguardar y relanzar la economía nacional”. No obstante, una vez pase la crisis sanitaria, Jaime Llull confía en que las agencias de viajes no perderán su clientela gracias a la seguridad que ofrecen ante cualquier imprevisto.

Pregunta (P): ¿Cuál es la situación de ventas de viajes actualmente desde Reino Unido?

Respuesta (R): La situación actual es que existe un furor tremendo por irse de vacaciones entre la gente. A mí no me queda la menor duda de que es así, pero lo que ocurre es que, debido a la pandemia, el país está cerrado a cal y canto, de momento, hasta el 12 de abril. Entonces, desde hace un año, a todo el personal de las agencias de viajes se les dio el ERE y a otros se les terminó el contrato. A los que siguieron trabajando se les ofreció trabajar desde casa, con un ordenador y un número de teléfono. Esta gente, los que se denominan autónomos, vive de la comisión del paquete turístico de vacaciones que venden, pero lo que ha ocurrido es que, de un año a ahora, se han reservado vacaciones, luego se han cancelado, se han aplazado… Y esta pobre gente, lo que ha tenido que hacer es reembolsar el importe y la comisión de ese paquete turístico de nuevo al operador. Entonces, la gente de las agencias lo está pasando muy mal. De cara al futuro hay mucha euforia, pero el Gobierno de este país ya está mandando el mensaje a los ciudadanos de que no salgan de vacaciones, como mínimo, hasta agosto. Ese es el mensaje que está mandando Boris Johnson.
 

P: Pero, ¿no se hablaba del 17 de mayo?

R: Del 17 de mayo se hablaba, pero yo estoy completamente seguro de que se va a retrasar. Aquí ya te están diciendo que no vendas hasta agosto y que la gente no reserve hasta entonces. Ese es el mensaje que se está mandando. Puedes irte de vacaciones dentro de Inglaterra, pero se está desaconsejando viajar fuera. La gente quiere irse, quiere el sol. Pero lo que va a ocurrir es que, si reservan para julio, pagan el depósito de esas vacaciones y luego pasa algo y el viaje se cancela, ese dinero queda en el aire. El touroperador está anunciando en la televisión paquetes para que los clientes reserven para verano. Mi punto de vista es que, lo que quieren es coger el cash flow de ese paquete para sobrevivir. Porque luego, gente que conozco de aviación me está diciendo que aviación civil les están preguntando por qué tienen los slots reservados, pero no los llenan. Entonces, en verano, en el momento en el que estos quieran incrementar el tráfico, habrá que ver si les dejan. Y luego también hay que tener en cuenta una cosa. En este país ya llevamos más de 30 millones de personas vacunados, en Alemania y en Italia ídem, pero ¿y en España? Me parece que solo hay seis alcaldes vacunados de momento.

P: ¿Y no tendría que ser ese nivel de vacunación un incentivo para activar los viajes?

R: Claro que puede ser un incentivo, pero lo que puede ocurrir es que la gente vaya vacunada hacia España, pase sus vacaciones allí y vuelvan contagiados porque la gente de allí no está vacunada. Ese es el quid de la cuestión. Aquí el Gobierno quiere salvaguardar y relanzar la economía nacional del país. Ellos lo que no quieren aquí es crear una cuarta ola de infecciones y paralizar todo de nuevo. Esa es mi humilde opinión. Si hablas con algún touroperador, te va a decir que tienen un 800% de incremento en las reservas para las vacaciones. Pero yo soy realista, tengo los pies en el suelo.

P: ¿Cree que los agentes de viajes que sobrevivan la crisis saldrán reforzados?

R: Yo creo que sí, porque el público primeramente lo que va a querer es tener una seguridad de que, si algo pasa, no pierdan ese dinero. Entonces, asociaciones como ABTA (la asociación de agencias de viajes) y compañías que tienen el paraguas del ATOL [licencia de organizadores de viajes aéreos], desde la aviación civil, ofrecen una garantía de que, si quiebran, el cliente va a poder recuperar ese dinero. Aunque desde que Thomas Cook quebró, creo que esos arrasaron con todo el dinero que había en esos fondos. Entonces, ahora, lo que van a exigir las agencias es que los clientes compren el paquete de vacaciones y un seguro de viaje que cubra cualquiera de estos eventos. Y el público pues sí, yo creo que van a ir a las agencias que sobrevivan, en las físicas o con los agentes que estén trabajando desde casa y ofrezcan esas garantías, de que su dinero es seguro. No me cabe la menor duda. Seguirá existiendo el cliente very low cost, aquel individuo que prefiere el seat only de Ryanair por 19 libras y se va a un Airbnb a su aire, pero si luego pasa algo… Pero, luego, el cliente de mediano-alto poder adquisitivo seguro que reservará vía su agencia de viaje.

P: ¿Cree que el sector turístico se va a recuperar?

R: Yo creo que sí, la esperanza no hay que perderla. Estamos viviendo una época que espérate tú. En mi caso, menos mal que estoy retirado, pero tengo una pena tremenda por la gente que está ahora mismo en la industria y tiene que vivir este momento. Yo creo que sí, hay que ser positivos.

P: ¿Los clientes elegirán destinos donde ya hay un alto porcentaje de población vacunada?

R: Habrá que verlo. Israel es uno de ellos, pero la capacidad de camas que pueda tener Israel en comparación con Grecia, España, Turquía o esos países no se puede comparar. Hoy, por ejemplo, leía hoy que en la isla de Phuket (Tailandia) lo que van a hacer es obligar al turista a que vaya con su tarjeta de vacunación y un PCR negativo para entrar y otro a la vuelta. Porque lo que puede ocurrir es que al volver a sus países los turistas vuelvan contagiados. El otro día Angela Merkel les decía a los alemanes que se fueran a Mallorca, pero que, si se contagiaban allí y la PCR a la vuelta en el Aeropuerto de Palma salía positivo, se quedaban en la Isla y se pagaban ellos mismos la estancia adicional hasta que el PCR salga negativo.

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