Riu Plaza, línea de hoteles urbanos de RIU Hotels & Resorts cumple diez años. La cadena española lanzó su marca de hoteles de ciudad con la idea de llegar a las principales capitales del mundo, ocupando siempre una ubicación premium, y orientada al viajero de negocios pero también a los que visitan las grandes ciudades en escapadas y por placer.
La aventura comenzó tras la inauguración de su primer hotel urbano en la ciudad de Panamá. Hoy, la marca continúa creciendo en todo el mundo con otros siete establecimientos en Nueva York, Miami y San Francisco (Estados Unidos), Guadalajara (México), Berlín (Alemania), Dublín (Irlanda) y Madrid (España). Además, tiene tres proyectos en marcha para seguir su expansión en Toronto (Canadá), Londres (Reino Unido) y un segundo hotel en Nueva York, ya en construcción. “Nos hemos convertido en hoteles vacacionales dentro de la ciudad, donde el cliente encuentra el mismo servicio y la misma calidez de RIU”, declara Ricardo Luque, director corporativo de RIU Plaza, en entrevista concedida a Tourinews.
Pregunta (P): Antes que nada, ¡felicidades por los 10 años de RIU Plaza!
Respuesta (R): Han sido diez años muy positivos. Cadenas que nacieron con el ADN sol y playa, y que luego se convirtieron en un 'todo incluido', siempre tuvieron ese gusanillo de ofrecer sus servicios en las grandes capitales. Diez años, once hoteles significa un crecimiento orgánico muy seguro, teniendo en cuenta que RIU lo hace todo: compra de los terrenos, el diseño, la construcción y el equipamiento.
P: ¿Qué significa este aniversario para RIU Plaza y para la cadena en general?
R: La consolidación de lo que fue un sueño. El primer hotel de Panamá se compró tras una visita del señor Luis Riu a Playa Blanca, en la costa pacífica de Panamá, donde fue a inspeccionar unos terrenos. Cuando tuvo que quedarse en un lobby hasta las tantas de la mañana, y pagando un precio desproporcionado, vio la ubicación ideal para lanzar el proyecto urbano de RIU Hotels. Al regresar le dijo a la familia “no he comprado el terreno de playa, pero he comprado un terrenazo en el centro financiero, en la calle 50 de Panamá y vamos a comenzar esta aventura”.
P: ¿Había un plan para elegir las ubicaciones o se asentaban allí donde surgía una oportunidad?
R: En ese sentido somos muy exigentes, había ciudades donde deberíamos estar y no lo estamos porque no encontramos ubicación a 200-300 metros de donde queremos. Al principio queríamos ser hoteles muy urbanos, muy ejecutivos, con muchas salas de conferencias, y hoy en día buscamos más un híbrido. Hemos visto que lo que se nos da mejor es tener hoteles en grandes ciudades, preferentemente capitales, donde la gente pueda venir por cualquier motivo, con lo que hemos logrado posicionarnos no solo entre los ejecutivos, sino entre clientes que desean pasar unos días en pareja o con amigos. Nos hemos convertido en hoteles vacacionales dentro de la ciudad.
P: ¿Y cómo se elige la ubicación de un RIU Plaza?
R: Primero buscando qué mercados son los más importantes para Riu. Por ejemplo, Alemania es un mercado natural, así que miramos si vuelan alemanes a esa ciudad, si hay buena conectividad aérea desde esos mercados de origen y entonces apostamos por ella. A partir de esto, con nuestro departamento de expansión, buscamos la mejor ubicación local y a veces no con grandes consultoras, sino con gente que conoce bien la ciudad que nos dicen en qué distrito, barrio o calle es mejor estar. Siempre bajo un plan de negocio eficiente, uno de nuestros valores diferenciales.
P: Después de Panamá, ¿cómo crecieron los RIU Plaza?
R: Tras Panamá llegamos a Guadalajara, la capital mundial del tequila. México significa mucho para nosotros, es uno de nuestros grandes pulmones junto con Canarias y sabíamos que teníamos que tener un hotel de ciudad en este país; lo lógico hubiese sido llegar en Ciudad de México, pero se dio en Guadalajara y nos ha ido muy bien. Luego seguimos con Miami, donde reformamos una propiedad que ya teníamos; después Berlín, mercado número uno de RIU; después llegó el gran reto que fue Nueva York, a escasas manzanas del centro de Times Square, una propiedad trabajada durante diez años. Posteriormente, compramos un edificio icónico de más de 200 años en Dublín, y luego abrimos en agosto de 2019 el Riu Plaza España en Madrid, un hotel muy representativo y en nuestro país. Después, llegamos a otra de las grandes ciudades que se nos resistía, que es San Francisco.
P: Hablando del establecimiento en California en su blog, Luis Riu relata que se les resistió y que la compra fue en dos tiempo. Curiosa esta anécdota teniendo en cuenta que la ciudad comparte nombre con el primer hotel que compró la cadena, el RIU San Francisco de Mallorca.
R: Así es. Ha sido complicado dentro de la empresa encontrar el nombre ideal. De hecho, el nombre oficial del hotel estadounidense es RIU Plaza Fisherman’s Wharf. Como bien dices, este se nos ha resistido. Cinco años antes, vimos el Sheraton y no pudo ser, y cada vez que iba yo personalmente a ver un hotel a San Francisco y llegaba con un informe muy positivo, Don Luis me preguntaba "¿Y pasaste por delante del que era el Sheraton?", yo le respondía que sí y él insistía en saber cómo estaba. El ciclo se repetía cada vez que volvía a ver otro hotel con buenas sensaciones, "¿Pasaste por delante del que era el Sheraton?", requería él siempre [risas]. Estuvimos a punto de firmar el hotel vecino y, estando él allí personalmente para la inspección definitiva, los dueños del Sheraton se enteraron y finalmente se lo ofrecieron a Luis Riu.
P: ¿Qué tienen los Plaza del ADN de 'sol y playa'?
R: Uno de los aspectos que más trabajamos es la oferta gastronómica. Los restaurantes de un hotel de ciudad no suelen ser de gran capacidad para alojar a todos los clientes, pero para nosotros es muy importante que el terreno dé una medida suficiente para tener un gran lobby y un restaurante en el que se puedan sentar todos los huéspedes. Un desayuno bufé completo —mezcla de americano, europeo y asiático—es fundamental, para nosotros que el cliente se vaya a trabajar o pasear con la barriga llena y el corazón contento, es muy importante. También, cuando nacimos, ofrecimos Internet gratuito, lo que fue un golpe a las demás cadenas e incluso llegamos a tener muchos años el mini bar incluido. Esos valores añadidos y el tamaño de los hoteles (las piscinas, espacios amplios, áreas de jardines, etc.) intentamos que sea un reflejo de los resorts vacacionales, para que desees ir tanto por trabajo como por placer.
P: Los hoteles urbanos trabajan 365 días al año. ¿Es clave que no haya tanta estacionalidad como en algunos destinos de 'sol y playa'?
R: Es un factor, y podríamos decir que es el más importante. El otro factor es que si estás en estas ciudades importantes y reconocidas, aunque no sea en capital, no tienes tanta dependencia de los mercados internacionales. Ahora mismo, con la que está cayendo con la pandemia y todas las restricciones de viajes entre países y regiones, que tu mercado principal sea el doméstico es importantísimo. Nosotros tenemos hoy prácticamente todos los hoteles de ciudad abiertos y funcionando muy bien por esto, porque hay menos dependencia del turismo internacional, que no significa que no sea importante.
P: ¿La hotelería urbana se está defendiendo en tiempos de Covid?
R: En ciudades importantes podemos decir que sí, aunque no se puede generalizar, porque habrá algunos que lo estén pasando mal.
P: ¿Cuáles serán las próximas aperturas?
R: Estamos muy ilusionados con el primer hotel en Inglaterra, en Londres, muy cerca de Victoria Station; después vendrá el segundo hotel en Nueva York, el Riu Plaza Manhattan Times Square, ubicado a escasos metros de su hermano mayor; y finalmente llegamos a Toronto (Canadá), donde tenemos un posicionamiento de marca muy importante y donde los clientes son muy fieles. Estas serían las tres próximas novias.
P: Si RIU pudiese escribir una carta a los Reyes Magos, ¿en qué ciudad desearían estar que sea muy difícil de conseguir?
R: París. Es sin duda referente turístico mundial y sería la guinda en el pastel.
P: Juan Riu, abuelo de Luis y Carmen Riu —actuales consejeros delegados—, puso en 1953 la primera piedra en el hotel San Francisco (Playa de Palma, Mallorca); luego, su hijo Luis Riu Beltrán potenció el crecimiento de la marca. Después vino el salto a Canarias y la internacionalización al Caribe; ahora surgen los hoteles urbanos. ¿Qué más queda hacer a la siguiente generación que ya está involucrada trabajando en la cadena?
R: Como proyectos importantes, Asia es una asignatura pendiente en la compañía. RIU es una máquina que no puede parar, invierte el 100% de sus beneficios. Con este panorama es imposible que la generación venidera se estanque, sino todo lo contrario, seguirá creciendo. Lo importante será consolidar el negocio.