Hace más de 40 años, el arquitecto Miguel Quintana Pali compró unos terrenos en Riviera Maya (Estado de Quintana Roo, México) para construir su hogar, sin imaginar que durante las excavaciones del terreno descubriría un tesoro: maravillas naturales que eran depresiones geológicas interconectadas por varios ríos subterráneos. Fue entonces cuando pensó que todo el mundo debía apreciar y disfrutar de aquellas bellezas naturales, y lo llamó Xcaret.

Desde su apertura, en diciembre de 1990, el Parque Xcaret es una de las atracciones más importantes de Cancún-Riviera Maya y está considerado el mejor parque acuático del mundo por la Academia de Industria de Viajes. Un lugar donde se vive la naturaleza y la cultura de México en todo su esplendor. Un majestuoso paraíso con atractivos naturales y culturales entre especies en el aviario, el mariposario y el acuario de arrecife de coral. “Nos consideramos embajadores de la cultura mexicana”, afirma en entrevista a Tourinews Rodolfo Raigoza, director de Conservación del Grupo Xcaret (México).

Pregunta (P): ¿Qué significa Xcaret?

Respuesta (R): Xcaret es un vocablo maya y significa pequeña caleta. Ese es el nombre que tenía el lugar pues eso era realmente. Para la civilización maya este sitio fue un importante puerto y centro mercantil hacia la isla Cozumel (frente a Playa del Carmen), en el cual aún pueden apreciarse vestigios arqueológicos.
 

P: Y el parque Xcaret, ¿en qué consiste?

R: Es uno de los parques que tiene el Grupo Xcaret y tiene numerosos productos para ofrecer al visitante, tiene ríos subterráneos, fauna y algunas actividades creativas. Estamos enmarcados en un ambiente completamente natural que tiene representación de toda la vegetación costera de Quintara Roo. Tenemos un poco de selva mediana y, enmarcado en ese lugar, está Xcaret, que posee numerosos atractivos. Gran parte de lo que posee también es una parte de la cultura de México. Nosotros nos consideramos embajadores de la cultura mexicana. Tenemos representaciones culturales y naturales de lo que es nuestro México y ese es un poco el espíritu que compartimos con los visitantes.
 

P: ¿Cómo se ha cuidado a los animales en este tiempo de pandemia?

R: Creo que, como nos pasó a todos, llegó un momento en el que tuvimos que cerrar, de marzo a julio de 2020. Tres meses y medio o cuatro estuvimos prácticamente cerrados. Sin embargo, a pesar de que no recibíamos visitantes, nosotros teníamos un compromiso con nuestros ejemplares. A pesar de no ser un zoológico, de que yo no lo considere como tal, entre todas las unidades de negocio que conforman el grupo tenemos un total de 4.000 animales, entre los cuales hay de todo, desde animales marinos, invertebrados, grandes felinos como jaguares y pumas… Entonces, fue complicado porque simplemente, al cerrar las puertas a visitantes, cesó nuestra entrada de ingresos, pero se tomaron todas las precauciones para poder atender a todos los animales, incluso en la cuarentena.

P: ¿Qué esfuerzos se han tenido que hacer?

R: Estando cerrados, hicimos un rol de guardias para poder tener cuidados a nuestros ejemplares y, a pesar de que no había visitantes, seguían saliendo a sus hábitats, con la misma calidad de alimentación, servicio médico e incluso seguían haciendo las actividades, también aquellos que tienen un nivel de condicionamiento especial para volar por los alrededores, parar salir a caminar por los pasillos, etc. Mantuvimos ese trabajo que hacemos todos los días, a pesar de la pandemia. Y ahora, una vez reabierto, hemos tenido ya visitantes, pero como muchas instituciones estamos todavía con números bajos, aunque manteniendo el mejor espíritu para garantizar el bienestar de todos los ejemplares.

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