La polémica ha rodeado en los últimos días al fundador y presidente de la cadena hotelera Room Mate, Kike Sarasola. Y es que en una web de transparencia se puso en entredicho la oferta desinteresada de sus establecimientos para la lucha contra el coronavirus.
Lo cierto es que Room Mate fue una de las primeras hoteleras en poner sus alojamientos a disposición de las autoridades sanitarias para acoger a enfermos de COVID-19 o a personal sanitario. En este sentido, el empresario desmintió la información de que había cobrado 500.000 euros por ceder dos de sus hoteles a los ancianos, grupo poblacional de riesgo. "Eso es completamente mentira", aseveró.
"Nosotros no hemos recibido, ni hemos pedido ni nos han adjudicado, nunca, ni un solo euro de la administración. Es inadmisible que para conseguir réditos políticos o yo qué sé, se esté difamando, se esté mintiendo y se esté poniendo el honor de nuestra empresa, de todo mi equipo, de todo lo que hemos trabajado para poder tener 13 hoteles en el mundo, que hemos dado gratis, que nos ha costado a nosotros dinero, para poder ayudar, que se nos difame de esta forma", aclaró Sarasola en un vídeo.
"De verdad, lo único que me da es una gran tristeza. En estos momentos estoy muy desmoralizado de ver hasta dónde se pueden llevar las cosas", lamentó el empresario.
El hotelero también ha estado en el ojo del huracán por al apartotel donde se hospeda la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, desde que diera positivo en COVID-19, el pasado 16 de marzo. Lo cierto es que existían dudas sobre la propiedad del alojamiento y su coste, ya que el gobierno regional no había ofrecido información al respecto.
A posteriori, se supo que se trata de un establecimiento propiedad de Sarasola: el hotel Skyline de Plaza de España. Sin embargo, seguían existiendo dudas sobre si la presidenta pagaba o no (y cuánto) por el alojamiento. Sobre esta cuestión, el fundador de Room Mate aclaró: "La presidenta de la Comunidad de Madrid, antes del Estado de Alarma, decidió buscar un piso para pasar la cuarentena. Nosotros le enseñamos un piso que tenemos en un edificio y los servicios que ofrecemos y ella decidió quedarse. Me va a pagar 2.400 euros al mes, lo va a pagar ella de su propio dinero. No hay más".