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Buzz y Malta Air le “roban” la flota a Ryanair
Ryanair ha perdido 65 aviones Boeing 737 en el último trimestre, pero ha anunciado la orden de un nuevo pedido de 737 MAX
La flota de Boeings 737 de la aerolínea Ryanair ha sufrido un descenso drástico en el último trimestre, pasando de las 425 a las 360 unidades; y es que la línea aérea ha cedido sus operaciones, y por tanto de sus aviones, a sus subsidiarias Buzz y Malta Air.
De hecho, Buzz aumentó su flota de los 24 a los 32 aviones, y ha estrenado nuevas bases fuera de Polonia: en Praga (República Checa) y Budapest (Hungría). Se espera que en verano de 2020 cuente con un total de 50 aparatos, dedicándose 7 a las operaciones chárter y 43 para los vuelos programados de Ryanair.
Por su parte, Malta Air, comprada en julio de 2019, ha pasado de 6 aeronaves a contar con un total 71 Boeing 737 y es que la compañía se hizo cargo de las bases del grupo en Francia, Alemania, Italia y Malta. Se espera que para la próxima temporada estival cuente con 120 aviones.
En lo que respecta a Lauda, el grupo sigue lamentando sus malos resultados económicos y culpa a la guerra de precios que mantiene contra las ‘low cost’ del grupo Lufthansa en Alemania y Austria. No obstante, su número de aviones (en este caso A320) seguirá creciendo, pasando de los 23 a los 38 aparatos, y abrirá una nueva base en Zadar (Croacia).
Contradicción: Quejas y compromiso con el Boeing 737 MAX
En la presentación de sus resultados, Ryanair Group, conformado por las aerolíneas Ryanair, Buzz, Lauda y Malta Air, hizo de nuevo hincapié en los problemas que han supuesto los retrasos en la entrega de los primeros Boeing 737 MAX, de los 210 que tienen ordenados. De hecho, explicaron que eso es lo que les ha obligado a cerrar numerosas bases de invierno en España, Alemania y Suecia lo que se ha traducido en numerosos despidos. A su vez, admitieron que es “muy probable” que su primer MAX no llegue hasta septiembre u octubre de 2020.
No obstante, las quejas contrastan con la apuesta que hacen por este modelo al que califican como “gamechanger” (que cambia las normas del juego) y del que ponen en valor su mayor capacidad y su eficiencia en el uso de combustible. Considera que la reducción de costes que supondrá su incorporación impulsará su negocio hasta poder llegar a los 200 millones de pasajeros anuales en 2025 o 2026.
Tal es su confianza en el MAX que, según informa Reuters, Michael O’Leary, consejero delegado de Ryanair Group, anunció que quieren hacer otro pedido: “Ya estamos en conversaciones con Boeing. Tenemos una oferta sobre la mesa para un pedido de los nuevos MAX 10”.
Aunque aún no se ha cerrado ningún acuerdo, la aerolínea estaría interesada en adquirir una cantidad indeterminada de aeronaves de este modelo con capacidad para 230 pasajeros, lo que supone un aumento con respecto a los 200 asientos de sus pedidos actuales.
Desde Ryanair no esperan que se cierre un acuerdo hasta que la situación del fabricante estadounidense se estabilice, sin embargo, remarcan que esperan estar bien posicionados: “Tenemos una oferta y esperamos estar a la cabeza de la cola”.
Resultados del tercer trimestre
Tal y como adelantó a mediados de enero, Ryanair ha registrado un tercer trimestre (desde el 1 de octubre al 31 de diciembre) muy positivo que dispara sus previsiones de cara al año completo. De hecho, mantiene su previsión de ganar para al año completo entre los 950 y los 1.050 millones de euros.
Una Navidad y un Año Nuevo más fuertes de lo esperado han permitido a la aerolínea de Dublín cerrar el tercer trimestre con un beneficio de 88 millones de euros, que supone una mejora sustancial con respecto al mismo período del 2018, cuando registró pérdidas de 66 millones.
La compañía ha confirmado que en el tercer trimestre sus cifras de tráfico crecieron un 6% hasta situarse en los 36 millones de pasajeros. Las ventas crecieron un 21% hasta situarse en los 1.910 mill. de euros gracias a las tarifas más altas (+9%) y al incremento de ingresos (+28%) por servicios complementarios como la prioridad de embarque, asiento, alquiler de coches, etc.
Asimismo, los costes también aumentaron, especialmente el gasto en combustible que con un incremento del 14% hasta los 700 millones de euros. También hubo un incremento de un 1% en los costes de personal y más gastos en mantenimiento.
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