Cuando el 3 de abril de 1973, Martin Cooper, ingeniero de Motorola, utilizó por primera vez un teléfono móvil, pocos podían presagiar en que se convertiría en la potente herramienta que es hoy en día. Este pequeño aparato que cabe en nuestro bolsillo no solo ha revolucionado

Con la inseparable compañía de internet, ha cambiado el viaje en todas sus facetas. Estos son algunos de los aspectos que han revolucionado el turismo:

• Geolocalización: La clásica imagen de un turista con un mapa de grandes dimensiones intentando orientarse en el casco histórico de una ciudad ha pasado a la historia, Si bien los mapas no han desaparecido —las oficinas de información turística siguen ofreciendo este recurso—, las aplicaciones de mapas y la geolocalización han hecho que sea más fácil turistear con un plano interactivo que cabe en la palma de la mano.
• Códigos QR: Los móviles también se han convertido en una importante herramienta para aportar al visitante información adicional. Cada día más paneles informativos y más museos incorporan este tipo de códigos escaneables donde se pueden encontrar recursos didácticos, ampliación de información, guías, descuentos, etc. Este sistema también ha sido ampliamente incorporado a la oferta de restauración, que lo tiene mucho más fácil, por ejemplo, para personalizar el menú al idioma del comensal sin hacer cartas en papel interminables.
• Audioguías y traductores: Los smartphones también han sustituido a las audioguías y en un elemento esencial cuando se visitan destinos en los que no se domina el idioma. El propio Google es capaz de ofrecer interpretación simultánea sin necesidad siquiera de una aplicación. Adiós a los diccionarios de bolsillo: ¡Hasta hay aplicaciones para poder traducir carteles y señales en tiempo real!
• Fotografía y redes sociales: Pese a que los más puristas siguen viajando con su cámara al cuello, se podría decir que los teléfonos móviles “asesinaron” a las clásicas Kodak (que actualmente viven su propia resurrección). También se ha transformado la forma en la que compartimos los recuerdos de las vacaciones. Las redes sociales —especialmente algunas como Instagram— hacen todo mucho más instantáneo y aumentan la difusión: de compartir el viaje con un pequeño de amigos a llegar a millones de personas. Incluso han nacido nuevas profesiones vinculadas a ello.
   

• Check-in y entradas: El móvil es también una navaja suiza en la que se llevan las tarjetas de embarque, los resguardos de las reservas, las entradas a museos, parques de atracciones, congresos… ¡Si hasta se han convertido en las llaves para la habitación en muchos hoteles!
• Reservas y compras: Es también un elemento fundamental tanto para el proceso previo al viaje (planificación y reservas), como para realizar pagos durante el mismo. Todas las empresas han desarrollado sus propias apps para garantizar una mejor captación del cliente y tener un mayor control del costumer journey.
• Entretenimiento: De igual manera, se ha destacado como una fuente de entretenimiento imprescindible, especialmente durante los trayectos de viaje en avión, tren o autobús. Muchas aerolíneas han podido ofrecer entretenimiento a bordo en los vuelos de corto radio gracias a los móviles. Películas, series, podcast, videojuegos, etc. todo tiene cabida en este aparato.
• Estadística: También se han convertido en un aliado de las autoridades para poder calcular la cantidad de turistas que visitan un determinado destino o controlar los flujos de personas dentro de las ciudades. Ejemplo de ello es la Estadística experimental para la Medición del turismo a partir de teléfonos móviles que ha impulsado el Instituto Nacional de Estadística (INE).

No hay que olvidar que son, sobre todo, un salvavidas para poder pedir ayuda o recibir asistencia en cualquier momento; aunque, eso sí, también han creado nuevas necesidades, pues al pack de viaje se han sumado elementos complementarios como cargadores, powebanks, fundas impermeables, etc. para asegurar que se tiene disponibilidad del teléfono móvil en todo momento.

Queda por ver qué más innovaciones traerán con el paso de los años. ¡Larga vida al móvil!

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