TUI Group está entrando en una “nueva fase”, así lo asevera su CEO, Sebastian Ebel, quien ha valorado el desarrollo de la empresa en este 2022 y se ha atrevido a compartir algunas de sus previsiones a futuro.
En una entrevista publicada a través de la página web del grupo, ha destacado que, pese a que el año 2022 no arrancó hasta la segunda mitad, ha sido “una buena temporada de verano”, que ha permitido que su beneficio operativo (EBIT subyacente) alcanzase los 408 millones de euros. “Fue una buena temporada de verano para nosotros, especialmente en el cuarto trimestre”, ha aseverado.
Insiste en que, pese a que van a tener que hacer frente a “tiempos que seguirán siendo desafiantes por razones geopolíticas y macroeconómicas”, están iniciando una nueva etapa en la que quieren “volver a crecer de forma rentable”. “Hemos superado la crisis existencial, ya quedó atrás”, añade.
Las perspectivas son positivas. De hecho, durante el verano las reservas se situaron al 90% de 2019 y la tendencia para el invierno es similar. "Viajar significa mucho para la gente. Las cifras muestran que nuestro modelo está intacto", recalca.
Un verano también con sombras
En opinión del ejecutivo, la temporada estival ha tenido sus sombras, haciendo alusión al colapso vivido en aeropuertos de países como Reino Unido, Países Bajos o Alemania, entre otros. “Este verano, lamentablemente, no todos nuestros socios estaban igualmente bien preparados. La gran mayoría de las vacaciones de TUI transcurrieron sin problemas, pero hubo algunos clientes insatisfechos. En el Reino Unido, por ejemplo, al comienzo de la temporada de verano hubo interrupciones en casi el 4 % de nuestro horario de vuelos. Los cuellos de botella eran los servicios de asistencia en tierra y los controles de seguridad”, explica.
Añade que el buen hacer de su personal fue clave para solventar la situación. “Nuestro personal demostró el verdadero espíritu de TUI para minimizar el impacto a los clientes”, agradece Ebel.
“Deberes que hacer”
Ebel no olvida que el gigante de Hannover aún tiene “deberes que hacer” entre los que destaca especialmente reducir la deuda que mantienen con el Estado, que se eleva a cerca de 2.600 millones de euros. Reconoce que “sin esos paquetes de rescate gubernamentales, TUI difícilmente habría sobrevivido”, pero recuerda que no han recibido “ningún regalo del Estado”, ya que pagan intereses sobre cualquier desembolso. “Tan solo al final de nuestro ejercicio fiscal, el gobierno alemán ha recibido alrededor de 300 millones de euros en intereses de nuestra parte”, ha explicado el CEO.
Copiar el modelo de Hilton, Marriott y Hyatt
Como parte de su estrategia en un segmento tan importante como el de Hotels & Resorts, subraya que quieren seguir ampliando el porfolio, buscando destinos en los que están presentes y apostando por algunos nuevos. Lo harán mediante su nueva estrategia de captación de inversores que adquieren los activos que son gestionados por TUI, bajo sus marcas propias. “No tenemos que ser propietarios de bienes inmuebles para administrar un hotel TUI con éxito. Estamos construyendo nuestra cartera a través de nuestras empresas conjuntas, el TUI Global Hotel Fund recientemente creado”, explica el CEO.
En lo que se refiere a la touroperación, subraya que apuestan por hacer que el viaje combinado clásico sea “cada vez más diverso y flexible”, creando nuevos productos que atraigan a aquellos que no eran clientes habituales de TUI, como pueden ser las escapadas urbanas.