Tras tres años de recuperación turística, España parece dejar atrás las rémoras derivadas de la pandemia del covid-19. Según el último barómetro de la consultora Braintrust, el país recibiría en 2023 una cifra récord de turistas extranjeros, con 85 millones, que dejarían un gasto de aproximadamente 100.000 millones de euros.
Estos datos significan establecer nuevos registros históricos en la entrada de viajeros internacionales y en su impacto económico. Los anteriores topes se dieron en el año 2019, último año precovid, con 83 millones de visitantes y 88.000 millones de gasto total.
Braintrust vaticina que, ante una situación como la actual y sin riesgos potenciales relevantes a la vista, 2023 podría ser otro año récord, “siempre que no aparezcan nuevos cisnes negros y que la economía mantenga sus previsiones tanto desde un punto de vista de crecimiento, como de moderación de la inflación en los principales mercados emisores de turistas hacia España”.
Para Ángel García Butragueño, codirector del Barómetro Turístico y director de Turismo en Braintrust, “a pesar de la situación económica actual, los viajes se han convertido en una prioridad para las personas, colocándose por delante de otros gastos anteriormente prioritarios y tras la pandemia se verán crecimientos importantes nunca antes imaginados”.
Menos extranjeros en 2022, pero más gasto
Braintrust profundiza en el gasto en viajes de los extranjeros, analizando los cambios frente a la etapa precovid, dado que 2022 se puede considerar el año de la recuperación.
En ese contexto, el número de turistas foráneos llegó a los 71 millones, situándose todavía por debajo de los niveles de 2019, en un 14,3%, sobre todo provocado por la falta de algunas nacionalidades que han visto levantadas sus restricciones al movimiento más tarde, como los países asiáticos o americanos, y la falta de los viajeros de mercados próximos al conflicto de Ucrania.
Sin embargo, los datos invitan al optimismo, ya que la cifra de gasto medio por viajero creció un 10,5%, debido, en parte, a que la estancia es ligeramente mayor (un 5,7%), lo que unido a la escalada de precios debido a la inflación, provoca un mayor gasto total.
El alojamiento, el tipo de gasto que más se incrementa
En cuanto al tipo de gasto, el barómetro destaca el incremento del mismo en la categoría de alojamiento, con un 13,1% más comparado con el mismo período de 2019.
Por el contrario, otras tipologías bajan con fuerza, siendo el paquete turístico el más perjudicado, con un desplome del 19,5%, además del transporte, con un 12,4% de caída. Por su parte, se mantiene el gasto en manutención y actividades de ocio.
Los hoteles salen reforzados
El mayor gasto en 2022 se debe a que los turistas recibidos han alargado su estancia media y han elegido, en mayor medida, el alojamiento hotelero frente al más común extrahotelero de los años prepandemia.
Así lo remarcan los datos ofrecidos por la consultora, que reflejan que el alojamiento en hoteles ha crecido desde un 65,8% hasta un 68,6%. Este dato, según Braintrust, “viene a reconocer los esfuerzos de los organismos turísticos en España, así como de las estrategias de las empresas, persiguiendo la búsqueda de lo que se ha dado en llamar ‘un turista de mayor calidad’”.