Los intentos por remolcar el ferry de la compañía Fred Olsen Express, que permanece encallado en el Puerto de Agaete (Gran Canaria) desde la noche del pasado 7 de enero de 2021, están resultando infructuosos. El buque ha escorado a babor y el agua está entrando en el interior, por eso los esfuerzos del operativo de rescate se centran en achicarla.
El barco encalló a las 21.50 horas con 59 pasajeros y 17 tripulantes a bordo. El incidente tuvo lugar cuando se intentaba la maniobra de aproximación al Puerto de Agaete, ubicada al noroeste de la isla, en condiciones climatológicas adversas causadas por la borrasca Filomena. Si bien todas las personas a bordo fueron rescatadas por Salvamento Marítimo, el remolque de la nao está resultando mucho más complicado.
“Tras las intensas labores de rescate de ayer y ligeros movimientos del buque en este momento nuestra prioridad es garantizar la flotabilidad del barco para poder continuar con un rescate seguro”, comunicó Fred Olsen esta misma mañana. Pese a que preocupa la flotabilidad, aseguran que la nave no corre peligro de hundimiento. "El barco está apoyado sobre una plataforma segura de 20 metros. Nuestra prioridad es la seguridad la tripulación y el barco", ha aseverado en rueda de prensa Juan Ignacio Liaño, director de flota de la naviera.
En este mismo sentido, Francisco García, Capitán Marítimo de Las Palmas de Gran Canaria, destacó que “el barco está apoyado y se está insuflando aire” y cree que se va a poder solucionar el problema.
Una situación que se podía haber evitado
Diversas fuentes consultadas por Tourinews no se muestran tan confiadas y expresan su preocupación: “Pinta muy mal, tendrán que vaciar el barco o es un nuevo Costa Concordia”. Hace referencia al barco de la naviera Costa Cruceros que encalló el 12 de enero de 2012 en la costa de la Isla Giglio (Italia) y naufragó. Una maniobra arriesgada del capitán del buque, que se aproximó en exceso a la costa, provocó que la nave chocara contra las rocas y se abriera una gigantesca vía de agua, de 70 metros de longitud, a lo largo del casco. Fueron rescatadas 4.200 personas y murieron 32. La mole de 53.000 toneladas permaneció varada y semihundida durante casi dos años hasta que fue reflotada y retirada de la costa toscana en julio del 2014.
“Están centrados en que puedan achicar más agua de la que entra, pero es difícil vaciarlo”, añaden. Asimismo, afirman rotundamente que esta situación se podía haber evitado y denuncian que “se están operando puertos de refugio con actividad comercial como si fueran puertos pesqueros”, todo pese a no contar con prácticos, remolcadores o amarradores. "Este accidente era evitable, si se desvían aviones cuando peligra la operativa en un aeropuerto, ¿por qué no se desvió este buque al Puerto de La Luz y de Las Palmas?", se pregunta un profesional turístico consultado por este medio.
Preocupación por el vertido de fuel
Además, también hay preocupación por el vertido de fuel. Por ejemplo, la Plataforma Salvar Agaete ha reclamado que se activen los protocolos contra la contaminación y ha pedido información sobre “la cantidad de combustible que tenía el barco en el momento del accidente, la cantidad de combustible actual que tiene el barco, la que se ha vertido, la carga y elementos contaminantes que lleva el barco y que medidas que se han tomado y se van a tomar ante el posible hundimiento”.
No obstante, Francisco García, aseveró en la rueda de prensa de esta mañana que “no hay ningún riesgo de contaminación” y que “están todos los protocolos activados” en Nivel 1. "Estamos trabajando para combatir la poca contaminación que puede existir. El tipo de combustible es muy volátil y el medio más eficaz son las barreras absorbentes. La posibilidad de contaminación es prácticamente nula", añadió en esa misma comparecencia Roberto Basterreche, responsable de Salvamento Marítimo.