El próximo 1 de noviembre abrirá sus puertas totalmente renovado uno de los principales símbolos de Las Palmas de Gran Canaria: el Hotel Santa Catalina. El establecimiento hotelero es un referente social, empresarial y arquitectónico, enclavado en pleno centro de la ciudad y rodeado por un conjunto de iconos culturales, naturales y de ocio como son el Pueblo Canario, el Parque Doramas, el Club de Tenis de Gran Canaria o las Piscinas Julio Navarro. Este conjunto conforma posiblemente el primer resort turístico de la isla canaria.
El Ayuntamiento de la capital grancanaria, propietario del inmueble desde 1923, adjudicó su explotación a Barceló Hotel Group en octubre de 2017, por lo que la compañía balear lo gestionará en régimen de arrendamiento durante los próximos 35 años. Previo a su apertura, la hotelera habrá realizado una inversión de 24,5 millones en la reforma del edificio reconstruido en 1951, que forma parte del Patrimonio Arquitectónico y Cultural de la ciudad, con el fin de convertirlo en un nuevo hotel de cinco estrellas.
Galardones internacionales
El proyecto de rehabilitación del "Santa Catalina" al que se ha apellidado Royal Hideaway Hotel (la marca de lujo del Grupo Barceló), que pretende adaptar el establecimiento a los estándares actuales y recuperar su esencia, ha sido ya antes de su apertura galardonado a nivel nacional e internacional. De hecho, fue seleccionado como uno de los diez “mejores proyectos de sostenibilidad y rehabilitación hotelera por ejecutar en 2019” por los premios Re Think Hotel y quedó nominado como Mejor Hotel de España en los World Travel Awards 2019.
No obstante, también ha surgido un movimiento contrario a las obras que se están desarrollando en él y en torno a él, que considera que se está maltratando la idea original de uno de los arquitectos más relevantes de la historia de Canarias: Miguel Martín-Fernández de la Torre.
Petición en Change.org
Manuel Ramos Almenara, autor del libro 'Gran Hotel Santa Catalina', preside la Asociación Amigos del Hotel Santa Catalina, una entidad que ha denunciado, tanto en redes sociales y medios de comunicación, como ante las instituciones, las actuaciones que se están llevando a cabo en el edificio.
En un principio, Ramos puso el foco en que las obras en la terraza se desligaban “de la configuración arquitectónica que Martín-Fernández estableció para este espacio” modificando “la estructura frontal de la edificación”. Según su valoración, las nuevas cubiertas construidas en la terraza estropean la visión de los característicos torreones del edificio. “La remodelación de nuestro Hotel implica respetar todo lo hecho por Martín-Fernández, recuperar todos los elementos posibles del arquitecto autor de este patrimonio ciudadano y, desde luego, no alterar en nada su obra, su arquitectura y su línea cromática”, resaltó el divulgador en un artículo publicado en el diario La Provincia.
Esta no ha sido la única protesta de Ramos, pues la entidad que encabeza ha lanzado también una petición en Change.org. En este caso critica duramente las “actuaciones inadecuadas” en los trabajos de la nueva galería en la fachada que da al Parque Doramas y la "caja" levantada entre la fachada norte y el Club de Tenis Gran Canaria. En este mismo documento, incide en que otras obras del arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre como el Parador de Tejeda, el Teatro Pérez Galdós y el edificio del Cabildo de Gran Canaria, ya han sufrido “tropelías”. No obstante, en su petición para recabar firmas no incluye exigencias concretas al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, institución a la que va dirigida el escrito.
El Colegio de Arquitectos, la familia y "el despojo de vegetación"
A estas protestas se han unido tanto figuras reconocidas en la isla de Gran Canaria como los periodistas Michel Jorge Millares y Chema Ayaso, como José Miguel Martín-Fernández Periquet, nieto del arquitecto.
Las quejas de Ayaso se han canalizado en el grupo de Facebook ‘Fotos Antiguas de Canarias’ donde cuestiona duramente “la falta de reacción por parte del Colegio de Arquitectos de Gran Canaria”. Por su parte, Jorge concentra sus protestas en “el despojo de vegetación” y la tala de palmeras en el recinto arquitectónico del Pueblo Canario, parte del “resort” que rodea al hotel.
Periquet ha sido el más activo y a través de la página Miguel Martín-Fernández de la Torre, también en Facebook, recopila documentación gráfica sobre el aspecto que tenía el edificio anteriormente y los cambios a los que está siendo sometido. También da visibilidad social a las protestas por las reformas acometidas bajo el lema "El patrimonio se respeta".
La importancia del Santa Catalina
Y es que el Santa Catalina no es un establecimiento cualquiera puesto que es el hotel más antiguo de Canarias en activo. Fue construido originalmente en 1889 por la empresa británica Gran Canaria Island Company Limited siguiendo en su distribución la tradición inglesa. Tras el paso de los años y la Guerra Civil, fue perdiendo su lustro y fue adquirido por el Ayuntamiento en el año 1923, cuando también se compró los solares anexos donde actualmente se encuentran el Pueblo Canario, el Museo Néstor y el Parque Doramas.
En la década de los 50, la intervención de los hermanos Martín-Fernández de la Torre fue clave para revalorizar este enclave. Néstor, pintor y poeta modernista, y Miguel, arquitecto, concibieron diferentes acciones para desarrollar este conjunto, entre las que se encontraba la reconstrucción del alojamiento. En 1951 se inauguró el edificio que hoy es uno de los ejemplos más significativos y singulares de la arquitectura de la ciudad del siglo XX.
Posteriormente, en 1993, fue sometido a una modernización y ampliación que supuso la creación del parking actual, la piscina, bar y zonas anexas.
Miguel Martín-Fernández de la Torre, el modernista canario
Los diseños arquitectónicos de Miguel Martín-Fernández de la Torre tienen una gran importancia para el patrimonio canario. Y es que este profesional, nacido en 1894 en Las Palmas de Gran Canaria y fallecido en 1980, es valorado por ser “cabeza de lanza y vanguardia individual” del desarrollo arquitectónico de la capital grancanaria. Es considerado como el representante del racionalismo y de la arquitectura moderna en Canarias, siendo autor de numerosos edificios como el ya mencionado Cabildo de Gran Canaria, la Comandancia de Marina o las casas Van Hoey, entre muchos otros.
“Sin su presencia no podría entenderse el nacimiento y posterior desarrollo de la modernidad canaria”, explica el doctor arquitecto y catedrático de proyectos de la ULPGC, José Antonio Sosa Díaz-Saavedra en el libro ‘Arquitectura Canarias 1925-1965’.