El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana/Maspalomas y el Cabildo de Gran Canaria se han propuesto “revivir” el Palmeral del Oasis de Maspalomas, un espacio natural protegido en esta emblemática zona turística del sur de Gran Canaria.
El proyecto ‘Acondicionamiento Paisajístico del Palmeral Oasis de Maspalomas’ se ha presupuestado en 6,8 millones de euros (2,2 aportados por el Cabildo y 4,6 por el consistorio) que se invertirán en la recuperación de la vegetación autóctona, los senderos, el vallado, los miradores y zonas de descanso, y se diseñará un recorrido biosaludable, una zona infantil lúdica y divulgativa y un centro de interpretación de la historia del palmeral.
Hay que naturalizar más y antropizar menos” o“¿Es un circo o un paisaje natural protegido?, critican algunos ciudadanos
El presidente del Cabildo, Antonio Morales, ha insistido en que, con esta actuación, se pretende demostrar que “en pleno corazón de la zona turística se pueden mantener vivos los espacios naturales y las posibilidades que tiene el medio protegido para, también propiciar una oferta diversificada”. Morales ha recalcado que se tratará de una “continuidad del Parque Tony Gallardo” y, en este mismo sentido, la alcaldesa Conchi Narváez añadió que la intervención también se extenderá al barranco de Maspalomas, al que se añadirá vegetación para así crear un “balón de oxígeno, zona estratégica tanto para residentes como para turistas”.
Mucho cemento
Sin embargo, las imágenes compartidas no dejan ver un proyecto tan “verde” destacando la importante presencia de cemento en todo el desarrollo de esta área natural de unos 90.000 metros cuadrados de superficie.
En la parte superior vista cenital del proyecto, en la inferior, vista actual del Palmeral del Oasis de Maspalomas
Si bien es cierto que el estado actual requiere de una intervención urgente, ya que el espacio ha sido víctima incluso de vertidos de residuos y la vegetación autóctona está mermada, en la propuesta el gris le gana la partida a las plantas. “Hay que naturalizar más y antropizar menos”, reclama un ciudadano en el perfil de las redes del Cabildo. “¿Es un circo o un paisaje natural protegido?”, protestaba otro usuario.
Otros, sin embargo, hacían hincapié en que el problema no es la intervención o la inversión, sino los treinta años de abandono a los que se ha visto sometido este espacio natural, que se podrían volver a repetir. “Sin mantenimiento ni seguridad, ¡no hacemos nada!” o “¿Lo mantendrán o lo dejarán abandonado a su suerte?”, se preguntaban otros usuarios.
Imagen del proyecto propuesto Cabildo de Gran Canaria
