La terraza del hotel NH Carlton debe ofrecer unas vistas preciosas de Ámsterdam, capital de los Países Bajos. Sin embargo, esta vez, la punta más alta del establecimiento no ha sido utilizada para otear el horizonte, sino para medir la evaporación, los niveles de CO2 y el intercambio de metano, y así saber como se respira en la localidad.
Para ello, el Grupo de Meteorología y Calidad del Aire de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) ha instalado una torre meteorológica en la parte superior del establecimiento de NH Hotel Group, por donde también se harán mediciones rápidas de la temperatura y velocidad del viento en tres direcciones, por medio de un anemómetro ultrasónico.
De esta forma, un nuevo mástil de observación meteorológica sobresale por encima los tejados de Ámsterdam, cuya colocación ha supuesto un verdadero reto para los técnicos, que sin un atisbo de vértigo y con ayuda de un arnés, maniobraron en la cima de la torre a modo de funambulistas.
Además, los instaladores registraron tal peripecia en un vídeo que posteriormente colgaron en Youtube. En el mismo, se puede observar la complejidad de la operación, así como una estampa idílica de Ámsterdam que termina siendo devorada por la oscuridad de la noche.