La web de comparación de reservas hoteleras Trivago ha realizado un estudio para tratar de identificar patrones en los hábitos de reserva de viajes, filtrados por distintas nacionalidades. Para llevarlo a cabo, se han contemplado datos registrados el verano pasado por clientes de los siguientes países: Reino Unido, Irlanda, Francia, España, Italia y Alemania.


El estudio ha entrado a valorar factores tales como los períodos de mayor actividad, la media de los precios por habitación y noche, la duración media de las estancias, las clases de alojamiento más solicitadas, los destinos más buscados y los servicios hoteleros mejor valorados.


En general, de dicho estudio se extrae que los viajeros de todas las nacionalidades suelen hacer las reservas de sus vacaciones bastante tarde: las semanas clave -de mayor número de búsquedas para el periodo vacacional veraniego- se dan desde finales de julio hasta mediados de agosto. El Reino Unido e Irlanda empieza antes (última semana de julio), mientras que franceses e italianos suelen demorarse más (segunda semana de agosto).


Los viajeros de todos los países coinciden en preferir la tarde-noche de los lunes para efectuar sus reservas. Los británicos lo hacen antes (de 20 a 21h), mientras que los españoles e italianos lo dejan para un poco más tarde (de 22 a 23h).


En cuanto al precio medio de la habitación, los británicos (los que más se gastan) pagan de media unos 180 ?, mientras que el desembolso medio de los españoles (los que menos pagan) es de 96 ?.


La duración media de la estancia es muy similar entre los viajeros de todos los países: unas cuatro noches por promedio. Los ingleses, irlandeses y alemanes prefieren pasarlas en hoteles, mientras que los españoles optan por apartamentos, los italianos tienen a reservar Bed & Breakfasts y los franceses residencias de veraneo. En general, el destino turístico preferido de cada país es su capital, salvo en el caso de España, donde se impone Benidorm, e Italia, donde destaca Rimini por encima de cualquier otra localidad.


El servicio hotelero más importante para los británicos e irlandeses es la conexión WiFi, mientras que los franceses y alemanes escogen el spa y los españoles el jacuzzi.
En resumen, no resulta demasiado sorprendente observar cómo irlandeses y británicos son los viajeros con hábitos más parecidos, y parecen cumplirse ciertos estereotipos culturales al comprobar quiénes tardan menos y quiénes más en tener planificadas y reservadas sus vacaciones de verano.