Según los resultados de la encuesta que Turismo de Islas Canarias está realizando a turistas que han visitado más de una vez alguna isla del archipiélago para conocer cuál es su nivel de confianza de cara a regresar al destino, el 64% de los encuestados tiene pensado viajar a las Islas durante 2020, destacando los españoles (72%), seguidos por daneses (70%), holandeses (69%), franceses (68%), y muy de cerca por alemanes, ingleses, italianos, noruegos, rusos, suecos y fineses.

Además, la baja incidencia del COVID-19 en Canarias y la buena gestión de la pandemia genera suficiente confianza para volver a visitar el archipiélago en un altísimo porcentaje (92%), mientras que la implantación y revisión de los protocolos de seguridad ejercen cierta influencia en la decisión de reservar sus vacaciones (un 7,7 en una escala de entre 1 y 10). Por su parte, la realización de tests en origen y en destino obtiene 7,4 puntos de importancia a la hora de dar mayor tranquilidad para viajar, destacando los españoles (8,2), seguidos de daneses y alemanes.  

El trabajo de campo de esta encuesta se desarrolló entre el 8 y el 28 de junio, y ha contado con una muestra de 31.630 viajeros que ya conocen Canarias por estancias anteriores.

Realizada en 11 idiomas (alemán, danés, español, finés, francés, holandés, inglés, italiano, noruego, ruso y sueco), los encuestados respondieron a 12 preguntas relativas a varios aspectos como su intención de regresar a las Islas; si el hecho de ser uno de los lugares de Europa con menor tasa de contagio les anima a volver; la tranquilidad que les ofrece saber que se han implantado protocolos de seguridad y lo que ha influido en su decisión de reservar su viaje; la importancia de las medidas de prevención como los tests o el uso de mascarillas; el tipo de alojamiento que prefieren o el transporte y actividades de ocio que consideran más adecuado.

Cambio de preferencia en el tipo de alojamiento

Estos primeros resultados también reflejan un cambio en la preferencia por el tipo de alojamiento respecto a las reservas realizadas con anterioridad a la COVID-19. Así, se incrementa el deseo de alojarse en apartamentos (27,4% antes; 31% después), vivienda de alquiler (7,9% antes; 9,8% después), mientras que la elección de los hoteles desciende ligeramente (56,8% antes; 49,9% después).

Muchos de los turistas encuestados también se inclinan a modificar su comportamiento en lo relativo a las actividades de ocio (asistencia a eventos, ocio nocturno, excursiones, compras, actividades deportivas…), y no tanto en restaurantes, playas y golf. Por su parte, el tipo de transporte que elegirían es el coche de alquiler (49,2%), seguido del taxi (33,4%) y el autobús (17,4%). Además, en este punto, el 80,3% considera necesario el uso de mascarilla en el transporte colectivo. El 75,2% también considera importante que el personal de atención al cliente la use.

La encuesta incluyó preguntas abiertas acerca de cuáles son los tres elementos de protección contra la COVID-19 que aumentaría su percepción de seguridad del destino. A nivel general destaca de manera muy clara la distancia entre las personas, el uso de gel y mascarillas. A estos se añaden los EPI, limpieza, separadores, desinfección, aforo limitado, higiene, test, civismo, vacuna, alojamiento sin bufé, apps, guantes y viseras.

El trabajo incluye referencias concretas de los encuestados sobre medidas de precaución, donde destaca que la limpieza sea frecuente y profunda y que, además, ellos sean testigos; tener dispensadores de desinfectante en zonas comunes, comercios, restaurantes…; conocer los protocolos existentes con información a través de folletos, paneles de información, señalización, etc.; generalizar las reservas online, desde las hamacas hasta el restaurante, e incluso tener sitios asignados durante toda la estancia, incluidas las hamacas o las mesas, y evitar en lo posible colas y tiempos de espera en zonas comunes. Confían en el civismo de las personas, aunque ven deseable la presencia de vigilantes. Muestran más preocupación por el vuelo que por el destino, así como el miedo por la cuarentena al regresar a su país de origen e, incluso, solicitan garantía de repatriación. Algunos sugieren la conveniencia del seguimiento y localización de los turistas y ven como un asunto delicado los alimentos a consumir y su manipulación.

Nuevos nichos de mercado

Las últimas preguntas de la encuesta buscan conocer nuevos nichos de mercado y segmentos a los que la realidad tras la COVID-19 podría resultarles más atractiva que a los públicos tradicionales. El 47,2% respondió que consideran el teletrabajo como una oportunidad para residir parte del año en Canarias. De hecho el interés por esta opción se muestra en todas las franjas de edad e, incluso, el 68,4% se muestra interesado en pasar largos periodos en las Islas cuando se jubilen, siendo los italianos los que más lo desean (86,3%), seguidos de alemanes (72,8%) y españoles (71,5%), pero es que además, lo confirman tanto jóvenes de 16 años como personas de más de 64, demostrando que vivir en el archipiélago en cuanto se jubilen es algo aspiracional para miles de europeos, independientemente de su edad.

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