Con el estallido de la guerra de Ucrania, los primeros impactos en la industria turística se dejaron notar especialmente en los dos países implicados (Ucrania y Rusia) y en sus vecinos. Con el paso de los meses, el conflicto está impactando a nivel global en forma de incremento de precios. La tercera ola, según los analistas, afectaría a los turistas norteamericanos, especialmente los estadounidenses, sin embargo, recientes estudios apuntan que la caída de viajes desde el otro lado del Atlántico no será tan grave.
Una encuesta elaborada por MMGY Travel Intelligence apunta que un 61% de los estadounidenses que tenían previsto viajar a Europa mantienen sus planes. Un 23% opta por esperar y ver cómo la situación evoluciona, un 10 % cree que retrasará o reprogramará su viaje y un 7% cree que cancelará.
Polonia, Alemania y Austria son percibidos como menos seguros
Se trata de la segunda encuesta de estas características que el instituto de análisis realiza desde el pasado marzo y la comparación de los indicadores obtenidos arroja que los viajeros se encuentran más confiados que hace unos meses.
Ha descendido la preocupación de que el conflicto se extienda a otros países (del 62 al 54%). No obstante, consideran que Europa del Este es menos segura que el Oeste. De hecho, destacan que, además de Ucrania y Rusia, otros países como Polonia, Alemania y Austria son percibidos como menos seguros.
“Si bien la guerra en Ucrania es claramente una de las principales preocupaciones de muchos viajeros, no parece que en última instancia disuadirá a la mayoría de los estadounidenses de visitar Europa”, ha explicado Chris Davidson, vicepresidente ejecutivo de MMGY Travel Intelligence. “Esto es especialmente cierto en el caso de los viajes a destinos de Europa occidental que se perciben como un poco más alejados geográficamente del conflicto”.
Un mercado importante para España
Estados Unidos es un mercado emisor importante para España, especialmente debido a sus posibilidades de crecimiento y al importante gasto que realizan sus ciudadanos. Antes del estallido de la pandemia, mostraba un crecimiento sostenido en el tiempo, una tendencia que se quiere recuperar. Es un mercado especialmente importante para la ciudad de Barcelona, donde es el principal mercado internacional.