El brote de coronavirus que se originió en la ciudad china de Wuhan ya es una emergencia internacional. Así lo declaró el comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ayer, 30 de enero, por la noche.
El director general de la entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus, fue el encargado de anunciar esta decisión, que se ha tomado por la necesidad de una "acción global" que permita frenar la expansión de este virus, que afecta a todo el territorio chino y que incluso ha traspasado las fronteras del gigante asiático. Concretamente, se han detectado casos en Finlandia, Italia, Francia, Alemania, Estados Unidos, Canadá, Australia, Perú, India, Filipinas, Nepal, Corea del Sur, Japón, Taiwán, Tailandia, Malasia, Singapur y Vietnam.
La OMS puso en valor la actuación de China ante esta crisis e insistió en que la declaración de emergencia internacional no está relacionada con su gestión, sino con el afán de evitar que el virus siga expandiéndose y que, sobre todo, llege a países que no "cuentan con los medios para su control". Uno de los principales hándicaps en este sentido, es que la enfermedad se puede contagiar en el período de incubación, que puede durar tres, seis y hasta un máximo de 14 días.
Por el contrario, el organismo no consideró necesario implementar nuevas restricciones en viajes o comercios. La enfermedad se manifestó el pasado 31 de diciembre y ya ha dejado en el gigante asiático 213 fallecidos. A nivel global, son ya 9.500 personas las afectadas, de las que 80 se han diagnosticado fuera de China, donde no se ha producido ninguna muerte por esta causa.
Impacto en el turismo
Lo cierto es que el brote de coronavirus ha desatado una auténtica crisis para el turismo, que comenzó cuando las autoridades chinas prohibieron la venta de paquetes vacacionales, tanto a destinos nacionales como internacionales, a las agencias de viajes del país. También, se cerró el tráfico en Wuhan (sin aeropuerto ni trenes) y en una decena de localidades cercanas.
A posteriori, diferentes aerolíneas anunciaron la cancelación de todas o parte de sus conexiones con el gigante asiático. Algunas líneas de cruceros hicieron lo propio, como Royal Caribbean o MSC Cruises, aunque otras decidieron seguir adelante con su programación y, en caso de cancelación, no realizar reembolsos.
Precisamente, la embarcación Costa Smeralda, de la compañía Costa Cruceros, permaneció durante el día de ayer bloqueado en el puerto de Civitavecchia (Italia), con 6.000 pasajeros a bordo, debido a que una de las cruceristas, procedente de Macao (China), presentaba síntomas compatibles con el coronavirus. Tras realizarle los exámenes pertinentes, los resultados dieron negativo.
No obstante, el caso activó las alarmas especialmente en España, ya que el crucero había recalado anteriormente en la ciudad francesa de Marsella, en Barcelona y en Palma (Mallorca). Actualmente, cinco turistas alemanes se encuentran aislados en la isla canaria de La Gomera, ya que se sospecha que puedan estar contagiados. Y es que dos de los visitantes estuvieron en contacto con un ciudadano germano que padece la enfermedad.
Los touroperadores alemanes también tomaron medidas al respecto, ofreciendo cancelaciones o cambios de reservas gratuitas.
Así, el pasado miércoles, 29 de enero, comenzó la repatriación de los ciudadanos europeos que se encontraban en las zonas más afectadas por el virus de China. Durante la jornada de hoy se espera el regreso de los españoles, quienes pasarán la cuarentena en el hospital Gómez Ulla (Madrid). Rusia, por su parte, cerró sus fronteras con el gigante asiático y suspendió la emisión de visados electrónicos a los ciudadanos chinos.
La lupa sobre el 'Mobile'
La preocupación por este virus ha llegado incluso al Mobile World Congress, la mayor feria de telefonía del mundo que desde el año 2006 se celebra en Barcelona y cuya próxima edición tendrá lugar del 24 al 27 de febrero de 2020. Y es que, tal y como ha informado El Confidencial, los fabricantes chinos tienen un gran peso en este evento.
Por todo ello, la organización de la feria se ha visto obligada a anunciar que la cita sigue adelante, pese a la crisis sanitaria. Eso sí, aclaró que se extremarán los protocolos de seguridad y aseguró que mantiene un estrecho contacto con las autoridades sanitarias. Las empresas tecnológicas de China también han realizado un llamamiento a la calma.
Cabe destacar que el estallido de la enfermedad se produjo días anteriores a la celebración del Año Nuevo chino, que se celebró el pasado 25 de enero, por lo que muchos ciudadanos chinos que residen en el extranjero se desplazaron a su país de origen para festejarlo. Ante este escenario, diferentes compañías como Huawei, Xiaomi u Oppo, que cuentan con sedes en diferentes regiones de todo el mundo, implementaron diferentes medidas, como el teletrabajo preventivo o facilitar mascarillas en la plantilla.