El mercado alemán ha pasado su primera gran “operación salida” del año. Tras el período vacacional de Semana Santa es un buen momento para hacer balance y tomar el pulso a cómo se está desarrollando este 2019 en lo que a viajes se refiere.
Todas las miradas están puestas en este país por tres motivos esenciales: es el mayor mercado emisor de turistas de Europa, es el segundo país que más turistas envió a España en 2018 (11.414.481) y está experimentando una crisis económica que puede hacer tambalear ese estatus de viajero empedernido.
Un año más moderado
Tal y como explica a Tourinews el CEO de rtk/RT Reisen y portavoz de la asociación de viajes germana Quality Travel Alliance (QTA), Thomas Bösl, “el año turístico 2019 es un poco más moderado que los años anteriores”. El directivo especifica que la “tendencia se ha hecho evidente en las salidas por Semana Santa”.
No obstante, Bösl apunta a que hay otros aspectos a corto plazo que han influido en una Pascua más floja: “Las huelgas de vuelos anunciadas, la buena climatología en Alemania y el mal tiempo en Europa Occidental (España) han provocado cierta moderación en las reservas”.
Asimismo, incide en que la Pascua tardía propició que muchos clientes hayan tomado estas vacaciones como "las primeras vacaciones de principios de verano".
¿Qué aspectos pueden estar frenando las reservas?
Lo que queda claro es que igualar las cifras del 2018 es difícil, puesto que en el pasado año los alemanes realizaron 70,1 millones de viajes (73% de ellos al extranjero).
Entre los motivos que pueden influir a que se produzca un frenazo en los viajes de los alemanes destacan algunas apuntadas por el CEO de rtk:
- Huelgas y amenazas de huelga: Los posibles retrasos y cancelaciones asustan a unos viajeros que quieren asegurarse unas vacaciones sin incidentes.
- Temperaturas: La tendencia en los dos últimos años está marcada porque el centro de Europa y Reino Unido, habitualmente fríos, están registrando olas de calor que frenan las reservas y llevan a posibles viajeros a quedarse en casa.
- Recesión económica: La economía alemana, conocida como locomotora de Europa, está sufriendo un frenazo lo que disminuye la confianza de los consumidores y les lleva a ser más conservadores a la hora de realizar gastos.
- Desaparición de aerolíneas: Las quiebras de Air Berlin y Germania han provocado una disminución de la capacidad aérea a destinos vacacionales, por lo que los precios de los viajes se han encarecido.
- Conciencia medioambiental: La opinión pública alemana se encuentra inmersa en un intenso debate sobre ecologismo, donde los viajes y la contaminación que generan tienen un papel central. Hasta el punto en que se han llegado a proponer una ley que prohibiría a los alemanes viajar en vuelos internacionales más de tres veces al año y un impuesto sobre el queroseno de los aviones.
- Se ha tocado techo.