Tom Smulders, vicepresidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), muestra su indignación con la última decisión del Gobierno de Países Bajos, que ha recomendado a sus ciudadanos que no viajen a ningún destino extranjero, como mínimo, hasta mediados de enero.

Si bien admite que las medidas del ejecutivo neerlandés son entendibles y que velan por la seguridad, critica que sí que se permitan los viajes a Curaçao —territorio de ultramar perteneciente al país y ubicado a 6.000 kilómetros—, y no a Canarias, cuando ambos destinos son considerados con un nivel de seguridad amarillo, según las advertencias de viajes que lanza el Ministerio de Asuntos Exteriores.
 

Smulders explica que ha enviado una protesta formal al embajador de Países Bajos en Madrid, Jan Versteeg, para mostrar su disconformidad y para pedir un “trato igualitario” en las decisiones sobre los viajes. “No es de proceder que, por conveniencia política y de forma farisea, Países Bajos eluda su obligación europea y favorezca a un destino en el Caribe e ignore un destino con mejores condiciones como Canarias que, además, está más cerca”, apunta. Considera que el ejecutivo neerlandés está utilizando una doble vara de medir para ambos lugares.

Añade que también se ha puesto en contacto con el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, al que considera muy capacitado, para instarle a que haga una protesta oficial por el trato que está recibiendo el archipiélago español. Incide en que “Canarias ha trabajado duro para implementar medidas de seguridad, como los test a viajeros, que entrarán en vigor a partir del 13 de noviembre”. Recalca que incluso los dos principales operadores holandeses, TUI y Sunweb, pagan incluso los test en origen antes del viaje.

Más de 450.000 holandeses viajan cada año a Canarias, especialmente en invierno. Se trata de un perfil de viajero que tiende a prolongar mucho su estancia.

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