Un año después de que el Gobierno de Reino Unido eliminara las restricciones de viaje para los turistas británicos, la demanda de vacaciones en el extranjero ha alcanzado los niveles previos a la pandemia.
Según la última encuesta realizada por la Asociación de Agentes de Viajes Británicos (ABTA, por sus siglas en inglés), tras cumplirse el primer aniversario del levantamiento de las limitaciones a los viajes internacionales, que obligaban a los turistas a someterse a una prueba diagnóstica para regresar al país, el 62% de los británicos ha estado de vacaciones fuera de Reino Unido.
Y es que la mayoría de touroperadores y agencias de viajes adscritos a ABTA están reportando ventas récord desde el comienzo del año. Los datos más recientes de la patronal británica muestran que el 65% de los ciudadanos planea irse de vacaciones al extranjero en los próximos 12 meses, una cifra que aseguran que continuará aumentando.
Desde ABTA afirman que este auge de la demanda vacacional radica en el “ansia de libertad” que ha impulsado la liberalización de los viajes, a pesar de la crisis económica provocada por el aumento de costes en prácticamente todos los sectores productivos.
La citada encuesta de la patronal de los agentes de viajes británicos muestra que, para la mayoría de los residentes en Reino Unido, las vacaciones son el gasto "no esencial" a priorizar este año 2023, ya que el 54% de los encuestados ha reconocido que reducirá otros desembolsos no indispensables para poder salir de vacaciones.
La tónica general es que los británicos prefieren adaptar sus planes de viaje a la situación económica en lugar de descartarlos por completo
“Tanto nuestra investigación como los informes de altos niveles de reserva de nuestros miembros muestran que las vacaciones siguen siendo una prioridad de gasto para el próximo año, a pesar de la actual restricción financiera”, ha analizado Mark Tanzer, director ejecutivo de ABTA. Para el máximo representante de los agentes de viajes de Reino Unido, la tónica general es que los británicos prefieren adaptar sus planes de viaje en lugar de descartarlos por completo. Esta tendencia se materializa, principalmente, optando por ofertas de ‘todo incluido’, reservando con anticipación o planificando sus vacaciones fuera de la temporada alta.