Los continuos problemas que está experimentando Londres-Heathrow este verano, han llevado al aeropuerto —el más grande de Reino Unido— a tomar medidas. La dirección de las instalaciones ha decidido limitar la capacidad del aeródromo durante la temporada estival: hasta 100.000 pasajeros diarios.

Asimismo, el director general del Aeropuerto de Londres-Heathrow, John Holland-Kaye, ha pedido a las aerolíneas que no vendan más billetes para el verano con el objetivo de evitar más colas, retrasos y cancelaciones. Las medidas estarán en vigor desde este mismo martes (12 de julio) hasta el 11 de septiembre.
 


Todo esto se debe, tal y como ha admitido Holland-Kaye, a la escasez de personal que está atravesando el aeropuerto a pesar de que comenzaron a contratar empleados en noviembre del año pasado, tratando de “anticiparse a la recuperación de la demanda”.

Según ha explicado el CEO de las instalaciones, también se han tomado otras medidas anteriormente, como la reapertura de la Terminal 4 del aeropuerto y el traslado a ella de 25 aerolíneas con el objetivo de paliar la saturación del resto. No obstante, los intentos no han sido suficientes.

“Estamos contratando a nuevo personal tan rápido como podemos y pretendemos volver a ofrecer el excelente servicio que se espera del aeropuerto central del Reino Unido lo antes posible”, así se ha despedido el directivo en una carta abierta dirigida a los pasajeros.