Durante el terremoto que sacudió México el pasado 19 de septiembre, una cámara de seguridad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) pudo captar los movimientos de un Boeing 787-8 Dreamliner de Aeroméxico. Había personal de tierra dentro del avión.
Tras el temblor la instalación canceló las operaciones de aterrizaje y despegue durante más de 2 horas, mientras se evaluaban los daños en las plataformas y las pistas. Más de 180 vuelos fueron cancelados y los aeropuertos de Acapulco y Toluca sufrieron saturaciones atípicas.
Ninguno de los aviones en tierra sufrió daños, pero en la Terminal 2 se abrió un socavón en el área de acceso a llegadas.