Los flotadores gigantes con forma de cisne o flamenco se han convertido en un complemento indispensable para disfrutar de la piscina y de la playa. También, en un habitual de Instagram cuando se quiere presumir de vacaciones, pero poco se ha informado de los peligros que entrañan.
La semana pasada, dos niñas de corta edad tuvieron que ser rescatadas por el equipo de voluntarios de la Estación de Botes Salvavidas de la Royal National Lifeboat Institution (RNLI) en Minehead (Somerset, Inglaterra), tras alejarse mar adentro a bordo un hinchable en forma de cisne.
Por suerte, las niñas no habían sufrido ningún daño cuando los voluntarios las rescataron. Lo cierto es que la rápida intervención del equipo permitió que la situación no se agravara.
La RNLI ha asegurado, a través de su perfil de Facebook, que estos flotadores protagonizan con frecuencia las incidencias que requieren de los servicios de rescate. Por ello, ha insistido en que estos inflables están diseñados para las piscinas, no para el mar, ya que las corrientes y el viento pueden alejarlos de la orilla rápidamente.
Por último, ha recomendado “encarecidamente” evitar el uso de estos hinchables en el mar. En el caso de saltarse esta recomendación, aconseja seguir los siguientes pasos:
- Utilícelos siempre en una playa vigilada, entre las banderas delimitantes.
- Manténgalos cerca de la orilla y, si son utilizados por niños, supervíselos en todo momento.
- Nunca utilice un inflable cuando la manga de viento naranja esté volando.
- No los use en el caso de olas grandes.