¿Cómo atraer a más visitantes a través del arte? Esta pregunta se hicieron los responsables del Rijksmuseum que dieron con una solución muy pintoresca: dejar que los cuadros de cobrasen vida.
Y es que el Museo Nacional de Ámsterdam (en Holanda) destaca por su amplia colección de pinturas del Siglo de Oro holandés y por albergar obras del célebre pintor Rembrandt como La novia judía o La ronda de noche. Fue este último óleo pintado en 1642 el escogido para llamar la atención de los potenciales visitantes mediante una representación en vivo celebrada en un centro comercial neerlandés.
Bajo el eslogan “Nuestros héroes han vuelto” se celebró la reapertura de la pinacoteca holandesa el 13 de abril de 2013, tras haber sido sometida a una reforma de 10 años dirigida por los arquitectos españoles Cruz y Ortiz y que tuvo un coste de 375 millones de euros.
¿Sería posible que las imaginaciones de Goya o del Bosco recorriesen los pabellones de las ferias turísticas para atraer a turistas a El Prado? ¿Cómo se las ingeniarían los museos de arte moderno como el Picasso de Málaga?