“Este modelo es una vuelta de tuerca para regenerar el destino involucrando al turista”, destaca Héctor Fernández, CEO de la Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote (SPEL), en una entrevista en exclusiva para Tourinews. La SPEL es la entidad encargada de la promoción, desarrollo y potenciación de las actividades económicas vinculadas a la actividad turística de la isla. En 2021, esta corporación firmó un acuerdo con la consultoría La Buena Huella para adoptar su modelo Turismo Regenerativo Competitivo.
Para Héctor Fernández, el mundo de la sostenibilidad turística está entrando en una “nueva fase” y los destinos turísticos deben seguir la misma línea. Es por eso que Lanzarote busca “apuntalar” su modelo turístico, que desde sus orígenes comprende el concepto del respeto hacia el medioambiente, y dirigirlo hacia un enfoque más regenerativo, en el que los turistas tengan una mayor capacidad de inmersión en el destino. Para ello, el CEO asegura que hay que tomar “decisiones valientes” para ser coherentes e ir corrigiendo aquellos hábitos “sociales y culturales” que se alejan de esta filosofía.
Pregunta (P): La Sociedad de Promoción Exterior de Lanzarote ha firmado un acuerdo con la consultoría La Buena Huella para implantar un modelo dirigido hacia el turismo regenerativo y competitivo en la Isla. ¿En qué consiste este proyecto?
Respuesta (R): Nosotros entendemos que estamos en una nueva fase del turismo sostenible y, por ende, queremos entrar en una nueva fase de acción y comunicación, entendiendo que los desafíos del planeta en esta materia están absolutamente latentes. Además, la propia concepción de Lanzarote que planteó César Manrique en los años 60 no se entiende sin el concepto de sostenibilidad. En ese sentido, los valores de sostenibilidad están muy arraigados y no nos está siendo complicado afrontar estas nuevas ideas. Entendemos que este modelo es una vuelta de tuerca para regenerar el destino involucrando al turista, que cada vez está más concienciado. Y competitivo porque queremos que sea una ventaja frente aquellos otros destinos que simplemente tienen una política orientada a acciones más superficiales. Nosotros queremos profundizar y tomar decisiones valientes y que no son populares, porque creemos que el futuro turístico de Lanzarote está basado en lo central que sea la sostenibilidad dentro de su estrategia.
P: ¿Cuáles son estas decisiones valientes?
R: Con decisiones valientes me refiero, por ejemplo, a ser selectivos en lo que se puede hacer en el destino. Hace poco saltó la polémica de unas pruebas de rally que han tenido dificultades en la obtención de permisos. Entonces, nos referimos a eso. Es decir, si nos posicionamos como destino sostenible a nivel de comunicación, hay que ser coherentes con lo que eso significa. Hay que poner en valor ese modelo como un modelo que pueda perdurar en el tiempo, porque Canarias seguirá siendo interesante y los turistas seguirán aumentando. Hay que promover un modelo muy consensuado con todos los actores del destino –tanto el sector público como el privado– y tomar decisiones en ese sentido, para que tengamos destino hoy, mañana y dentro de muchos años. Estamos hablando de asuntos muy serios y se han de abordar con valentía. En el caso de Lanzarote, creemos que esto surtirá efecto en los próximos años y lograremos un posicionamiento como destino más definido, más cualificado y con un turista más rentable, con una capacidad de gasto e inmersión en el destino mayor. Ese creo que es un camino que puede ser interesante y exitoso.
P: ¿Cómo se puede regenerar una isla como Lanzarote?
R: Esto lo simplificamos en la idea de la cualificación. Buscamos un tipo de turista más responsable y con mayor capacidad inmersiva, que elijan la isla conociendo lo que ofrece y que se sumerjan en su sector primario, paisaje, la filosofía de Manrique, el concepto de arte y naturaleza… Primar la calidad frente a la cantidad, aunque sea una idea un poco manida. Para ello, estamos cualificando muchas camas: hay decenas de establecimientos que en los últimos años han abordado una transformación de categoría. Hay núcleos turísticos que también están realizando planes de modernización y transformación para hacerlos más amigables para el recorrido a pie, reducir el impacto del transporte individual en beneficio de uno colectivo más cómodo y acorde con la idea del destino… Este tipo de decisiones darán sus frutos en los próximos años.
"Los turistas están dispuestos a pagar un sobreprecio por visitar destinos que practican la sostenibilidad, no solo medioambiental, sino también la social"
P: ¿Cree que existe la necesidad de cambiar el modelo turístico o el turismo regenerativo es un complemento al modelo ya existente?
R: Sí, es un complemento, pero en el caso de Lanzarote es algo que ya estaba definido en su modelo. Es un modelo que ya existía y se ha mantenido; confiamos en él y lo que tenemos que hacer es apuntalarlo porque los desafíos y las variables externas van cambiando y hay que actualizar esa propuesta. Por eso creemos que el modelo Regenerativo Competitivo encaja en el destino. La isla tiene una personalidad paisajística propia y hay muchas actuaciones en las que el turista está dispuesto a participar. Las estadísticas son muy claras: los turistas están dispuestos a pagar un sobreprecio por visitar aquellos destinos donde practican la sostenibilidad. Y no solo medioambiental, sino también nos referimos a la sostenibilidad social, la inclusión, la igualdad, la prosperidad económica de la comunidad local, la protección de todos ellos… Es un planteamiento muy global y transversal.
P: En los destinos turístico, como en todo, siempre hay tareas pendientes. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta Lanzarote en materia de sostenibilidad?
R: Uno de los retos es, por ejemplo, el crecimiento de la población. En Lanzarote estamos ya por encima de los 160.000 habitantes, lo que hace que todo lo que estamos planteando ahora sea más complejo. Luego, a nivel general, el cambio climático nos preocupa enormemente. Somos destinos insulares, por lo que la cuestión del aumento del nivel del mar se está notando y hay zonas, como Los Hervideros, cuyas carreteras están sufriendo algunos problemas. También nos preocupa la dependencia energética, la situación geopolítica… En temas de transporte tampoco somos ejemplarizantes. En la isla no existe una cultura de transporte colectivo, hay tantos coches como personas. Entonces, hay que ir corrigiendo estos hábitos sociales y culturales que se alejan de esta idea. Hay que aplicar decisiones, metodologías y empuñar el timón en la línea adecuada porque las tormentas van a seguir viniendo.