“El conflicto entre Rusia, la Unión Europea y Estados Unidos va a afectar muchísimo al turista regular”, asegura Armina Wolpert, desde esta misma mañana excónsul honoraria de Rusia en Quintana Roo (México) y propietaria de Arminas Travel, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Arminas Travel es una agencia receptiva en México especializada en el mercado ruso. Este mercado se ha convertido en uno de los más atractivos para numerosos países y también para México, debido a su alto poder adquisitivo y al interés que muestran por las estancias largas en hoteles de lujo y en los productos turísticos locales.
Sin embargo, en los últimos años, se han producido numerosos episodios de tensión en Ucrania en los que Rusia ha estado involucrada y Armina Wolpert los ha vivido muy de cerca por trabajar con ambos mercados. Por ello, asegura que son una “mala noticia” para el turismo y que “indudablemente” se producirán cancelaciones y otros efectos que perjudicarán al sector de los viajes.
Pregunta (P): ¿Qué es Arminas Travel?
Respuesta (R): Es una compañía receptiva en México que está especializada en la llegada de pasajeros ruso-hablantes. Tenemos un nicho de mercado muy especial porque, por un lado, son turistas procedentes de Rusia y, por otro lado, es un segmento de nivel alto, que se aloja en hoteles de altas categorías, por ejemplo. Nosotros tenemos nuestra sede en Cancún, pero somos manejamos todo el país y somos creadores de muchas rutas y circuitos por todo México. La verdad es que México es como poner muchos países dentro de uno solo, es algo absolutamente único todo lo que puede ofrecer.
P: ¿Cómo afectará la crisis geopolítica actual a las previsiones de llegada de turistas ruso hablantes en México?
R: La verdad es que estamos siendo testigos de eventos muy fuertes políticamente hablando. Anoche prácticamente no dormí porque estoy muy preocupada y obviamente va a afectar, sin duda. Puede afectar y va a afectar. En 2014 también hubo una crisis política relacionada con Crimea. Yo trabajaba con los dos mercados que estaban involucrados en el conflicto político y militar y obviamente eso afectó muchísimo a mi negocio en ese momento. Ahora yo creo que estamos al frente de una crisis mucho más profunda y está claro que ya hay un efecto en la moneda nacional de Rusia, que está en caída libre. Eso está afectando al valor de los tours que, al estar enlazado con el dólar, va a subir muchísimo. Esto es el inicio. Ucrania está muy preocupada y no está claro si la gente va a decidir salir al extranjero en esta situación, por lo que van a empezar a cancelar sus reservas. El tema de la conectividad también va a ser un problema para Ucrania. Por otro lado, las sanciones que van a caer sobre Rusia por parte de la Unión Europea y Estados Unidos también van a afectar muchísimo al turista regular. Al final de cuentas, quien sufre es la gente del país.
P: ¿Cómo cree que afectará el conflicto militar que ha estallado?
R: Puede parar el turismo de esos países. Yo creo que puede llegar a producir situaciones muy dramáticas. Otro de los escenarios que vimos después de Crimea, cuando ya la situación se estabilizó, es que muchas personas acomodaron y se malacostumbraron a no salir del país, lo que redujo mucho la capacidad de pagar por sus vacaciones y también la capacidad de interactuar con el mundo externo. Entonces, vamos a ver qué escenario se da, pero es indudable de que es una mala noticia.
"En 2014 también hubo una crisis política relacionada con Crimea. Yo trabajaba con los dos mercados que estaban involucrados en el conflicto"
P: ¿Cuántos turistas rusos visitan México durante un año normal?
R: En 2019 tuvimos un punto y aparte en el tema de la conectividad europea, conectarse con Europa y sus principales capitales se convirtió en algo muy cómodo. También tuvimos vuelos chárteres directamente desde Rusia. Todo esto aumentó muchísimo el número de visitantes. Recibimos entre 50.000 y 60.000 turistas rusos y, de ellos, la gran mayoría vino mayoritariamente a Cancún.
P: ¿Cuál es el perfil del turista ruso que llega a México de vacaciones?
R: Hace unos 20 años, cuando el turismo ruso empezó a venir a México y cuando yo empecé con mi empresa, realmente eran simples turistas, no se daba ninguna división por segmentos. Pero, con los años, el turismo ha ido desarrollándose notablemente en México, por lo que el mercado ruso se ha segmentado y nosotros ahora mismo trabajamos con turistas de mediano y alto nivel. Se trata de pasajeros que, para mí, son los mejores consumidores del mundo. Por una parte, hace estancias muy largas –antes de la pandemia las estancias promedio eran de diez días, mientras que ahora pueden llegar hasta el mes o el mes y medio– y, por otra parte, hacen un consumo de productos turísticos locales muy interesante. Entrando en comparaciones, un turista estadounidense se gasta 50 dólares por persona en un tour, mientras que el ruso normalmente se gasta un promedio de 500 dólares por persona. Estamos hablando de una diferencia muy notable. Y en los hoteles pasa igual: el importe por la estancia en un hotel de una pareja puede llegar a los 50.000, 60.000 o incluso 100.000 dólares. Es algo muy interesante para el país porque, además, el mercado ruso no trabaja con los hoteles de cadenas masivas.
P: ¿Cuáles son las características del mercado ruso hablante?
R: Realmente, la pandemia nos cambió mucho la dinámica porque México ha sido el único país que ha estado siempre abierto. Esto ha hecho que haya cierto porcentaje de turismo prestado, es decir, turismo que no pudo viajar a otros países y por eso viaja a México, sin tener en cuenta la temporada que fuera. Pero, si hablamos de una dinámica clásica, Año Nuevo es la temporada más alta para el turismo ruso hablante por el tema del clima, para ellos el sol y el mar es lo más importante. De aquí sale otra característica de este mercado: buscan hoteles con buenas playas, donde se pueda nadar bien. Aunque el hotel sea increíble, si no se puede nadar en su playa, los rusos no van a alojarse ahí. Es una diferencia muy importante con el resto de mercados. Además, viajan todo el año y durante mucho tiempo porque el teletrabajo se los permite. A veces vienen por tres semanas y luego empiezan a alargar su estancia porque les gusta mucho, incluso quedándose hasta varios meses. Otra de las características es su curiosidad académica. Teniendo este background soviético, sienten una curiosidad histórica y antropológica por este tipo de país y es sumamente atractivo para ellos. Ellos hacen todas las excursiones posibles. Incluso viajan a la Ciudad de México y desde allí hacen circuitos durante una o dos semanas por todo el país para, al final, terminar sus vacaciones en la playa.