Fritz Joussen, CEO de TUI Group, ha salido al quite ante la posibilidad de que, a tenor de la invasión rusa de Ucrania, se produzcan sanciones económicas sobre el principal accionista del gigante turístico, Alexéi Mordashov, y que estas afecten a la compañía.
El dirigente del grupo alemán de viajes ha publicado una carta en la que recalca que, si bien Mordashov es el principal accionista con un 34% de las participaciones, “los otros dos tercios proceden de Alemania, la Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos o son fondos”.
De igual manera, Joussen enfatiza que es la Junta Ejecutiva que él encabeza y no el empresario ruso quien toma decisiones sobre la empresa. “Mordashov es uno de los 20 miembros de la Junta de Supervisión elegido por los accionistas en la Asamblea General, Sin embargo, nuestra compañía es dirigida por la Junta Ejecutiva, como cualquier otra sociedad anónima alemana, y no por los accionistas o la Junta de Supervisión”, afirma el directivo.
Teniendo en cuenta ambos argumentos citados, sentencia que cualquier restricción o sanción que se impongan contra Mordashov “no tendrá ninguna consecuencia negativa” para TUI como compañía.
Sin compañías en Rusia y Ucrania
En la misma misiva, explica que TUI no tiene compañías propias en Rusia y Ucrania —se desprendieron de todas sus acciones en los touroperadores de ambos mercados, de hecho, Mordashov fue el comprador de la filial rusa por 10,1 millones de euros—. Sin embargo, comenta que sí que han hecho ajustes en los programas de cruceros y sus rutas áreas para ajustarse a la situación.
Asimismo, aclara que se mantienen en contacto con los empleados de sus proveedores de servicios en Ucrania para darles apoyo a ellos y sus familias, así como sus empleados de dicha nacionalidad entre su plantilla de más de 70.000 personas.
Llamamiento a la paz
Joussen también admite que habrá que esperar a los próximos días para ver cómo se desarrollan las relaciones entre Rusia y la Unión Europea/Occidente. “La solución no está en nuestras manos. Es el momento de que los gobiernos y la comunidad de Estados”, recalca, aunque sí que hace un llamamiento a que el turismo aporte al entendimiento internacional y el intercambio pacíficos entre fronteras y culturas. “Esperemos que la humanidad y la razón prevalezcan y la paz retorne a Europa”, cierra su carta abierta.