“El espacio todavía está en su infancia y los proyectos que se están llevando a cabo actualmente vienen de aplicar métodos antiguos”, afirma José Mariano López-Urdiales, CEO y fundador de Zero 2 Infinity, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. Zero 2 Infinity es una compañía que persigue la misión de “facilitar el acceso al espacio” a través de globos de helio con una cápsula.
Según su fundador, esta es la forma más sostenible y eficiente de ofrecer unas vistas de la curvatura de la Tierra y de ver el planeta azul desde lo alto. “Es un poco irónico ver el planeta y pensar en lo bonito que es, pero haber subido sobre una columna de humo negro”, considera José Mariano López-Urdiales. Además, añade que, a diferencia de los cohetes que están utilizando en las últimas misiones las grandes empresas – que son métodos “copiados de la Guerra Fría”–, los globos de helio son una forma más segura de viajar para los turistas. Actualmente, la compañía está realizando pruebas no tripuladas y espera que en aproximadamente dos años puedan empezar a realizar viajes con turistas.
Pregunta (P): ¿Qué es Zero 2 Infinity?
Respuesta (R): Es una compañía fundada con la misión de facilitar el acceso al espacio, tanto para objetos como para personas, y con valores y métodos del siglo XXI. No buscamos copiar y pegar las metodologías que ya existían, sino centrarnos en otros aspectos como la sostenibilidad, el medioambiente, la eficiencia, etcétera.
P: Actualmente tienen varios proyectos, entre ellos ‘Bloon’ y ‘Bloostar’, ¿en qué consisten?
R: Sí. ‘Bloon’ es un sistema para asomar a personas al borde del espacio. A través de una ventana grande y espaciosa, los turistas pueden observar el cielo negro, la curvatura de la Tierra y ver que venimos de un planeta azul. ‘Bloon’ es la forma más económica, segura y ecológica de tener esa experiencia visual. Sin entrar en temas técnicos, lo que hacemos es subir en un globo propulsado por helio hasta justo donde se ve el cielo negro. El helio es un gas noble y, por tanto, no reacciona ni tiene ningún tipo de impacto ambiental y es muy seguro. ‘Bloostar’ es algo parecido, pero para poner satélites en órbita. Es decir, no lleva personas y sube más alto que Bloon. Ambos proyectos están patentados y estamos desarrollándolos.
El cliente quiere que la experiencia sea agradable, segura y respetuosa con el medio ambiente"
P: O sea, no usan cohetes o naves como se ha hecho siempre, sino a través de globos de helio, ¿no es así?
R: Sí. El asunto es que casi todo lo que se utiliza en tecnología espacial, me atrevería a decir que incluso en la tecnología en general, proviene de usos militares. Por ejemplo, misiles que se convierten en cohetes que pueden llevar gente; o los ordenadores, que en un principio se utilizaban para cuestiones militares o científicas y poco a poco se han ido desarrollando por sí mismos. En ese sentido, pensamos que el espacio está en su infancia y los proyectos que se están llevando a cabo actualmente vienen de aplicar las recetas de la Guerra Fría. Pero hoy en día el cliente quiere que la experiencia sea agradable, segura y respetuosa con el medioambiente, no es lo mismo que lo que querían los generales en la Unión Soviética o en los Estados Unidos en los años 50, que es cuando se desarrollaron estos cohetes que se están usando. Entonces, eso es lo que nos distingue de otras soluciones que simplemente copian lo que había y que, en lugar de llevar un arma nuclear, llevan una cápsula con personas.
P: Hace unos años, el paracaidista Felix Baumgartner realizó un salto libre desde el borde del espacio. ¿El globo de Zero 2 Infinity es del mismo tipo que el que se utilizó en esa misión para ascender, pero con una cápsula?
R: Exactamente, es muy muy similar. Naturalmente, la empresa de bebidas con cafeína que lo llevó a cabo y tuvo a medio mundo pegado a la pantalla tenía presupuesto para subir al señor en un cohete. Podían haber construido un cohete, subir, abrir una escotilla y saltar. Pero no era un tema de presupuesto, lo hicieron en globo porque eran inteligentes y sabían lo que hacían. Sabían que esa era la forma de subirlo con menos probabilidades de que le pasara algo en el ascenso. Esto fue obvio para ellos, pero aún no es tan obvio para la gente porque no se conoce. Pero, naturalmente, tenían dos escuderías de fórmula uno, podían haber construido un cohete, pero habría sido más peligroso y hubiera dado más miedo el ascenso en cohete que el propio salto.
P: ¿Y cuánto dura un viaje espacial en globo?
R: Nosotros allá arriba normalmente estamos dos horas, flotando disfrutando de las vistas, aunque se podría extender más porque la física del problema lo permite. Es mucho más tiempo que en el que estás en un cohete suborbital, que son cuatro o cinco minutos con esas vistas. Y en subir tardamos cerca de tres horas.
P: ¿Ya están realizando pruebas?
R: Hemos hecho más de 50 vuelos, pero no tripulados. Con los tripulados aún no hemos empezado porque somos muy cautelosos con respecto a la seguridad y, cuando estemos preparados, subiremos a la primera persona, pero antes no.
"Si todo fuera bien, en un año más o menos podríamos subir a la primera persona y al siguiente empezar con turistas"
P: ¿Y cuándo cree que estarán preparados?
R: Pues, si todo fuera bien, en un año más o menos podríamos subir a la primera persona y al año siguiente empezar con turistas.
P: Antes hablaba del tema del medio ambiente, entiendo que eso incluye el no consumir combustibles fósiles. ¿Esto hará más asequibles los viajes?
R: Sí. El coste del propulsante es muy poco con respecto al coste de una operación de ese tipo, no llega al 5%. La cuestión no está en si es más económico usar helio que cohetes –que lo es–, sino más bien ecológica: cuando tú estás quemando cosas, produces todo tipo de sustancias que afectan a la atmósfera. Hay cohetes que han subido mucho de precio y el combustible que utilizan es básicamente goma, porque todos hemos visto la pinta que tiene ese humo. Es un poco irónico ver el planeta y decir “qué bonito es”, pero haber subido sobre una columna de humo negro. Entonces, más que por el precio, es por principios. El precio subirá inicialmente y aún subirá más de lo que hemos visto. Los rusos empezaron llevando turistas al espacio por 20 millones y ahora el precio del asiento en Soyuz está en los 81. Se ha multiplicado por cuatro.
P: Y en su Bloon, ¿cuánto va a costar un asiento?
R: Pues las reservas que tenemos hasta ahora fueron hechas por 110.000 euros, pero suponemos que tendremos que subir el precio en cuanto comencemos las operaciones. Lo que sucede es que la inmensa mayoría de los clientes no compran al principio, sino que esperan a ver qué pasa. Una vez ven que funciona, quieren comprar a la vez y las posibilidades de volar son limitadas porque la capacidad también lo es. Y todo eso hace que el precio suba.