A nivel turístico en Sevilla estamos teniendo un mejor verano que en 2020, pero sin acercarnos a las cifras de 2019. Buen comportamiento del turismo nacional, como lo demuestra el hecho de que en junio hayamos recibido al 82% de visitantes españoles que vinieron en el mismo mes de 2019 (solo un 18% de caída, frente a la disminución de internacionales en un 78%).
Las agencias de viajes valoramos en positivo el bono turístico andaluz, si bien seguimos pidiendo máxima agilización de los trámites burocráticos. En cuanto al turismo emisor, la puesta en marcha del certificado digital europeo supuso un cierto incremento de las reservas, pero muy pronto se vieron frenadas ante el avance de la quinta ola de contagios.
El lado bueno está en que las agencias observan un aumento de interés por parte de la ciudadanía, dada la seguridad y el asesoramiento que aporta un profesional, en tiempos como los actuales en los que dichos atributos son cada vez más valorados. Ello nos lleva a pensar que, en el momento en el que por fin se den las circunstancias adecuadas, con la mayoría de la población vacunada, la actividad de las agencias se incrementará de manera importante.
Pero estos 18 meses de caída descomunal de los ingresos, superior al 85% en muchos de esos meses, ha dejado una importante huella en las empresas. Lamentablemente, las agencias andaluzas no están encontrando en las administraciones, principalmente en la autonómica, los apoyos y las ayudas que si están teniendo lugar en otras regiones españolas.