El mundo del turismo busca constantemente innovar para captar la atención de los visitantes, y una herramienta fascinante para lograrlo son las ilusiones ópticas. Una de estas es la ilusión conocida como Munker-White, la cual genera un efecto en el que el color de un objeto parece cambiar dependiendo del contexto cromático que lo rodea. Esta ilusión, aunque inicialmente relacionada con estudios de percepción visual, tiene aplicaciones potencialmente revolucionarias en la industria turística.
¿Qué es la ilusión Munker-White?
La ilusión Munker-White ocurre cuando colores neutros, como el gris, parecen adoptar el tono de los colores adyacentes. Por ejemplo, un rectángulo gris rodeado de líneas azules puede verse azulado, mientras que el mismo rectángulo rodeado de líneas amarillas se percibe amarillento. Este fenómeno está fundamentado en cómo nuestro cerebro interpreta los contrastes y las transiciones de color.
Uno de los sectores donde más se utiliza es en la alimentación donde por ejemplo las mallas rojas donde vienen protegidas las naranjas potencian su color, o las mallas amarillas en los limones aplican técnicas de marketing aplicadas a la psicología donde el color del producto parece más intenso y el producto parece de mejor calidad y más apetecible.
Innovaciones en Diseño de Espacios Turísticos
Es necesario aplicar las últimas técnicas en materia psicológica para productos turísticos, físicos y digitales. El objetivo es influenciar al cliente para que acabe eligiendo tu producto mediante colores, olores, sonidos, emociones y sensaciones.
La ilusión Munker-White puede aplicarse en el diseño de espacios turísticos para enriquecer la experiencia visual de los visitantes. Algunos ejemplos incluyen:
Arte y exhibiciones interactivas: Museos y galerías pueden utilizar la ilusión para crear instalaciones donde los colores parezcan cambiar dinámicamente dependiendo del ángulo o la perspectiva desde la que se observen. Estas exhibiciones pueden ser especialmente atractivas para el turismo cultural.
Diseño de interiores en hoteles y restaurantes: Incorporar la ilusión en los patrones de las paredes, pisos o techos puede ofrecer una sensación de dinamismo y creatividad. Los espacios podrían parecer más cálidos, fríos, amplios o íntimos dependiendo de los colores elegidos.
Señalización y guías visuales: En parques temáticos o complejos turísticos, las ilusiones pueden emplearse para dirigir la atención de los visitantes a puntos clave o para hacer que los recorridos sean más memorables.
Creación de Experiencias Inolvidables
El sector turístico se ha transformado en una industria basada en experiencias, donde los visitantes buscan vivencias únicas que puedan compartir en redes sociales. La aplicación de la ilusión Munker-White ofrece una oportunidad perfecta para crear contenido “instagrameable”, generando un efecto «wow» que motive a los viajeros a compartir su visita y promover el destino de manera orgánica.
Educación y sensibilización
Otra aplicación importante es la sensibilización sobre el impacto de la percepción humana. Los destinos turísticos pueden ofrecer talleres o exhibiciones educativas para mostrar cómo funcionan las ilusiones ópticas y cómo influyen en nuestra interpretación del mundo. Esto no solo aporta un valor educativo, sino que también fortalece el interés del turista por regresar.
Casos de éxito
En diferentes partes del mundo, algunas atracciones han integrado elementos visuales similares con éxito:
Museo de las Ilusiones: Ubicado en varias ciudades, este museo utiliza ilusiones ópticas para ofrecer una experiencia inmersiva.
Destinos artísticos como Wynwood Walls en Miami: Aunque no emplean directamente la ilusión Munker-White, sus murales son ejemplo de cómo el color y el diseño pueden atraer al turismo.
La ilusión Munker-White representa una herramienta poderosa y poco explotada en el sector turístico. Su capacidad para transformar espacios, crear experiencias únicas y enriquecer la interacción visual abre un abanico de posibilidades para innovar en un mercado competitivo.
Adoptar estas estrategias no solo atraerá más visitantes, sino que también fortalecerá la conexión emocional entre los destinos y sus audiencias.
La experiencia se puede hacer aún más inmersiva si se aplican sonidos o música a las interacciones, y el efecto “wow” puede ser multiplicador de la experiencia del cliente.
*Jesús Menéndez López es CEO de Hotel Mystery Guest. Cuenta con MBA en Gerencia y Dirección hotelera por la Universidad Politécnica de Madrid y ha realizado estudios en UCC (University College Cork, Irlanda).