Opinión

Empresarios turísticos que abogan por la conservación del medio natural

Cabo de Palos tiene ya marcada la ruta hacia la sostenibilidad por su habitabilidad 365 días, lo que permite la apertura turística continua, a diferencia de sus vecinos

Es sorprendente el desconocimiento del Cabo de Palos como destino turístico, y lo digo porque me incluyo en ese listado de gente, hasta que hace días lo descubrí gracias a José Enrique Cárceles, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos del Cabo de Palos y CEO de Sub Up, hostel y apartamentos con quien había coincidido en la Feria AIRE 2023 en Córdoba y quien me habló sobre los proyectos que tenían en cartera para este destino.

Este enclave es una especie de oasis situado al lado de la gran conocida Manga del Mar Menor. Aunque no se libra tampoco del desorden arquitectónico, pero muy alejado al de La Manga, que fue concebida de una forma muy diferente a la actual, pero que por motivos económicos y sociales se transformó en un entorno de urbanismo caótico y muy poco sostenible, al que se añade la mala imagen del conocido Mar Menor, un lugar de gran interés paisajístico y ecológico dañado por la eutrofización de su ecosistema marino (falta de oxígeno por aportes de contaminantes externos).

Una población de unos 1.000 habitantes, perteneciente al municipio de Cartagena, un pueblo con casas de segunda residencia, apenas 2 hoteles, un gran número de apartamentos y algunas viviendas vacacionales configuran este destino donde comienza a notarse la aparición de una gobernanza tanto a nivel turístico como ambiental, pero sin datos de demanda por lo que es imposible medir los impactos.

Es curioso como en este entorno, según me comentaba Amelia Cánovas, bióloga marina, profesora-investigadora y CEO de la empresa de turismo de buceo Planeta Azul, empieza a trabajarse la gobernanza no solo como acabo de comentar sino también por la intersección entre la parte terrestre con la marina, ya que ambas están interrelacionadas y la parte marina depende de la actividad humana terrestre.

Cabe señalar que el destino tiene una reserva marina de pesca, resguardo de fauna marina que tuvo la enemistad de los pescadores locales, hasta que comprobaron que con las medidas de protección había aumentado la pesca, tanto en número como en biodiversidad, mejorando así sus propios negocios.

Son los propios empresarios turísticos quienes abogan por una mejor conservación tanto del medio terrestre como marino, ya que son conscientes de que su negocio depende de estos recursos naturales

Algo similar ocurre con el turismo, que de primeras se da un rechazo a las medidas de protección y conservación, pero que posteriormente las agradecen, ya que se incrementa muy notoriamente la calidad ambiental y, por tanto, la del destino. En muchas ocasiones parece que el sector privado es uno de los grandes obstáculos para la preservación de los entornos naturales y es cierto que esto ocurría con frecuencia, pero afortunadamente esta mentalidad ha cambiado mucho y casos como Cabo de Palos o incluso el Cabo de Gata (Almería) son los propios empresarios turísticos quienes abogan por una mejor conservación tanto del medio terrestre como marino, ya que son conscientes de que su negocio depende directa e indirectamente de estos recursos naturales, más aún si se orientan a un mercado de mayor calidad donde las expectativas de percibir la sostenibilidad en destino son cada vez más altas y son conscientes de que necesitan una estrategia clara de gobernanza tanto turística como ambiental, lo que implica también establecer límites al crecimiento turístico y excursionista, a través de regulación y ordenación de los entornos, ya sean urbanos, rurales, naturales, como marinos, algo que recuerdo me comentaba también Paco, el capitán y CEO del barco “Djin”, quienes organizan chárteres náuticos donde se pueden observar mamíferos marinos, bucear o hacer un crucero.

Flamencos en San Pedro del Pinatar Foto Arturo Crosby

Y, si podemos afirmar que las empresas turísticas del Cabo de Palos promueven la conservación de sus espacios naturales, porque no solo es su imagen, sino que les está ayudando a segmentar un público más consciente, de mayores expectativas que valora la calidad del destino frente al precio, es decir que esta “naturaleza y su gestión sostenible” otorga valor al precio de comercialización.

No puedo olvidar de relatar que es, que hay y porque este destino es emblemático en España, a pesar de su escaso conocimiento o visibilidad, y es que además de su ubicación entre Dos Mares, el Mar menor y el Mar Mayor o Mediterráneo, tiene asociado la Reserva Marina de Cabo de Palos-Islas Hormigas con aguas cristalinas y una de las zonas de biodiversidad más importantes del Mediterráneo permiten un excelente buceo, y observar especies como meros de más de un metro, barracudas, morenas, y una gran variedad de corales, destacando el coral naranja.

Un dato a tener en cuenta es la geomorfología marina de este litoral que a diferencia de otros tiene una profundidad de más de 2.000 m., apenas a unas millas de la costa, lo que permite ver más fácilmente cetáceos como el delfín común, el mular o el listado, el calderón común, el rorcual (la segunda ballena más grande) o el cachalote.

Muy cerca de esta reserva está el Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, con numerosas calas y donde se encuentra la tortuga mora.

A unos 20 km están las Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar, que además de producir sal, sus zonas húmedas, colindantes con la playa (3 km) son hogar de colonias de flamencos rosados, además de garzas y avocetas, entre otras aves, dependiendo de la época del año. Y habría que añadir el “fartet”, un pez endémico en peligro de extinción.

No mucho más lejos, a unos 30 km, se encuentra Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán, con unos acantilados espectaculares y casa de halcones peregrinos y águilas perdiceras.

La Manga y Cabo de Palos Foto Arturo Crosby

Y, por supuesto, no mucho más lejos, a 35 y 40 km de distancia, están los espacios naturales del Parque Regional de Carrasco y El Valle y el Parque Regional de Sierra Espuña, donde se introdujo la especie africana “arruí” (como una cabra montesa) que domina ahora este ecosistema montañoso.

Y volviendo al tema de #Tourism4Nature, eslogan que estoy promoviendo ahora, las empresas de Cabo de Palos, según cuenta su presidente José Cárceles tienen claro su vinculación con los espacios naturales y se definen “como un destino a la sombra de Cartagena y La Manga, somos un pueblo pequeño mediterráneo, donde aún se respira la tranquilidad y ahora mismo estamos trabajando por la interconexión de los Espacios Naturales que están divididos por una carretera; y por un Plan de Accesibilidad o Movilidad, que restrinja el libre acceso de vehículos al pueblo en temporadas de carga”

“Además, se están desarrollando dos proyectos que se ejecutarán en breve, antes del primer semestre de 2025: sendero litoral azul de las calas que comunicara el puerto con el faro y la construcción de la plaza de la rada salinera, un espacio de alto valor paisajístico y patrimonial, que actualmente es un aparcamiento por la dejadez de la administración y sumando esfuerzos activamente por la ampliación de la reserva marina y su adecuado balizamiento para fondeos recreativos”.

Es un destino sol y playa con un conjunto de empresas que tienen claro su vinculación con el medio natural y social

Cabe señalar como bien afirma que Cabo de Palos tiene ya marcada la ruta hacia la sostenibilidad por su habitabilidad 365 días, lo que permite la apertura turística continua, a diferencia de sus vecinos. Es un destino sol y playa, pero vinculado a su naturaleza marina y terrestre y con un conjunto de empresas que tienen claro su vinculación con el medio natural y social, lo que demuestra que el éxito del negocio turístico está estrechamente relacionado con la conservación y regeneración del entorno natural y social.

 

*Arturo Crosby es editor de Natour magazine.

Te recomendamos

Ver más