El pasado sábado los chiringuitos de Playa del Inglés, que aún siguen cerrados, han sufrido nuevamente actos vandálicos, por segunda vez en el mismo mes. La primera vez fueron arrancados los barrotes de madera de tres chiringuitos y esta vez tres de ellos sufrieron pintadas, junto con otros carteles de señalética de la playa. 

¿Por qué?

El trasfondo de los actos, si lo hubiera, no está claro. Uno de los chiringuitos muestra la pintada “El monumento de la burocracia”, una alusión a la tardanza en restaurar los servicios de los quioscos, cerrados en su tercera temporada de invierno. Otros dos, justo los que están junto a las hamacas del “nuevo” comienzo de la zona nudista, muestran imágenes alusivas a prácticas de sexo en las dunas, indicando el camino al “Sex Zone”. ¿Están confundiendo los vándalos la práctica de nudismo con el sexo en las dunas?

Recordemos que el nudismo es una expresión del turismo naturista y es un producto turístico muy importante y diferenciador para Gran Canaria, que siempre ha tenido su acotación, recientemente distorsionada por la eliminación de la zona de hamacas en la zona nudista oficial, por lo que los nudistas la han adelantado en unos 500 metros al anterior puesto de hamacas (ver post: “Nudismo sin acotación en la Playa del Inglés”). ¿Estamos viendo mensajes contra el nudismo o contra la práctica de sexo en las dunas? Son dos cosas muy diferentes que no tienen nada que ver.

Sea como fuere, el motivo de dichos actos criminales es lo de menos, pues ni esa es la vía para reivindicar nada, ni estamos aquí para descifrar ocurrencias enfermas. Desde este blog espero que los culpables sean identificados y tengan que sufragar los gastos por los daños ocasionados, aunque no son cuantificables los daños de imagen por los miles de turista que han tenido que ver las imágenes durante dos días.

Limpieza y restauración de la señalética

Llama la atención que desde el Ayuntamiento no haya habido prisa en la limpieza de las pintadas, que se dejó para el lunes, pues “durante la jornada de ayer libraban todos los trabajadores de esa área”. Cada cual sabrá la importancia que le da a la imagen turística. Personalmente, veo las pintadas en los chiringuitos 3 y 4 como un insulto directo a los turistas nudistas y deberían haberse limpiado al momento.
 

También sufrieron pintadas varios carteles, entre ellos el que indicaba “Zona nudista a 500 metros”, que, al estar ya antes casi ilegible, los turistas entendieron (o quisieron entender) después del confinamiento que indicaba el comienzo de la zona nudista. En caso de que este cartel sea imposible de limpiar, propondría sustituirlo por el cartel de comienzo oficial de la zona nudista, el cual se encuentra 500 m más adelante y está intacto, además de que ya no ese es su sitio, pues los turistas han adelantado la zona nudista al último puesto de hamacas, ante la inacción del Ayuntamiento. Por tanto, no haría falta hacer un cartel nuevo, sino solo traer el cartel de comienzo oficial de la zona nudista y sustituir el otro (posiblemente ello requiera una votación en el Ayuntamiento para el cambio oficial de la delimitación de la zona nudista).
 

¿Hay realmente vigilancia en la playa? 

Después de los primeros actos se anunció que se “reforzaría” la vigilancia policial en las principales playas. Quizás la palabra más adecuada sería que se “estrenaría” o “habilitaría” vigilancia en la playa, pues es un servicio inexistente en la actualidad. Prueba de ello son la cantidad de indigentes que duermen en la playa o en zonas anexas, como por ejemplo en los dos puestos de Cruz Roja, que se han convertido en alojamientos improvisados en primera línea del mar. 

Todo ello nos muestra que no hay una gestión acertada de las playas ni de los servicios asociados (chiringuitos, hamacas, delimitación de zona nudista, seguridad, banderas azules, etc.), por lo que volvemos a proponer desde este blog la intervención por una gestora independiente de, al menos, la concejalía de playas.

*Artículo publicado originalmente en el blog de Antonio Garzón, sitio web del autor, que es fundador y gerente de Nutrihotel (nutrihotel.com).

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