La rápida evaluación tan vertiginosa de cambios sin precedentes que estamos experimentando en el mundo nos está dirigiendo a un cambio radical de paradigmas en todos los aspectos profesionales para los directivos de hostelería.

Aunque existen una diversidad de factores que influyen en el modelo de liderazgo que se aplicarán al directivo en turismo —con independencia de que pasemos de una estabilidad laboral a la movilidad en los mercados globales—, se le requiere ser una persona de integridad y excelencia cultural. 

El perfil del directivo en turismo debe dejar huella, debe dirigir con ilusión y entusiasmo, debe mostrar pasión por su trabajo y enamorar a sus clientes.
 

Se exige capacidad de aprendizaje y liderazgo; estar comprometido con la sostenibilidad y tener dominio digital en comunicación y gestión; y contar con dotes para preparar a sus equipos (salvo que te conformes con trabajar con manuales de empresa, pero no alcanzarás ser un buen líder).

Debe afrontar directamente los retos y adversidades que se le presenten diariamente, con una proyección hacia el futuro, mirando hacia afuera de su área, y con afán de aprender de todo lo que le rodea, interesado en lo desconocido. Lo más importante, debe tener ganas de ayudar y de resolver los problemas de otros.

Tiene que desear siempre un puesto de superior responsabilidad, ser feliz de estar aprendiendo constantemente —la felicidad contagia y deberemos provocarla— y desarrollar habilidades en la comunicación. Debes prepararte para un largo reto, pues en el futuro no pertenecerás a una marca, tú serás tu propia marca de empresa. 

En definitiva, la vida laboral será dinámica e inestable, la actitud que tomes ante un reto marcará la diferencia. Utiliza tu resiliencia positiva y te será más fácil encontrar soluciones en tu fortaleza emocional, te ayudará para superar las adversidades y tener éxito en tu vida. 

*Vicente Romero es presidente y fundador del Círculo Internacional de Directores de Hotel (CIDH)

Te recomendamos