Actualmente, las escalas breves generan frustración entre los turistas debido al tiempo limitado para conocer el destino. Si los cruceros extendieran sus escalas, los pasajeros tendrían más tiempo para disfrutar de los destinos de manera más relajada y mejoraría su experiencia general.

Además, una estancia más larga en cada ciudad permitiría una mejor distribución del flujo de turistas, aliviando la presión sobre la infraestructura local y beneficiando la economía de las ciudades, ya que los turistas tendrían más tiempo para gastar en actividades y compras. Esto también podría fortalecer las relaciones entre las autoridades locales, las comunidades y las empresas de cruceros, reduciendo quejas y demandas relacionadas con el impacto en la vida diaria.

Otro beneficio sería la posibilidad de gestionar mejor los impactos ambientales de los cruceros, ya que una mayor duración en puerto podría permitir una reducción en la huella de carbono y una mejor planificación de residuos. Sin embargo, esta estrategia también implica desafíos logísticos y económicos, como mayores costos para las compañías de cruceros, la necesidad de más coordinación con las ciudades y la infraestructura adecuada para recibir a los turistas durante más tiempo.

En resumen, extender las escalas a dos días podría ser una solución viable para mejorar la experiencia del turista y beneficiar tanto a las ciudades como al medioambiente, aunque requeriría una planificación y recursos adicionales.

 

*Ricardo Zapata García es Técnico y especialista en Turismo