Es la hora de los valientes. De aquellos empresarios y profesionales canarios que tienen en sus manos la recuperación de un archipiélago duramente castigado en el año de pandemia. Todos ellos tienen la oportunidad de hacer algo grande por Canarias estos meses de junio y julio, dotando RIC en sus declaraciones fiscales, o invirtiendo las reservas pendientes antes del 31 de diciembre de este año.
Vivimos un insólito escenario económico que exige pensar en el futuro de Canarias añadiendo dos nuevos términos en la exitosa ecuación turística del pasado: la transición energética y la transformación digital. Porque Canarias puede, y debe, estar liderando un modelo turístico mundial de compromiso con el medio ambiente y la sostenibilidad. El futuro de nuestras Islas depende de ello.
Dotar RIC, y materializarla posteriormente en estos sectores estratégicos, es invertir en el presente y futuro de los canarios. Por tanto, es absolutamente vital que la reserva para inversiones en Canarias, que se cifra en unos 1.000 millones de euros anuales según el Consejo Económico y Social, sea una auténtica palanca de crecimiento para este territorio.
Ahora es el momento de dar un paso adelante poniendo en circulación todo aquel capital ahorrado años anteriores con la RIC. Es el momento de impulsar proyectos turísticos, sociosanitarios o de energías renovables que son cruciales para los canarios. Y es necesario el apoyo de nuevas entidades financieras de inversión colectiva de la RIC, que cuentan con la autorización de la CNMV.
Gracias a ellas se abre la puerta a la materialización colectiva de los ahorros fiscales que brinda el Régimen Económico y Fiscal de Canarias, con el fin de financiar importantes desafíos empresariales en este Archipiélago. De este modo, se consigue un beneficio mutuo de profesionales y empresarios, pues casa la oferta y la demanda de recursos. Es decir, de aquellos que necesitan materializar su RIC y no disponen de proyectos propios, con aquellas compañías turísticas o comunidades energéticas que desean y necesitan financiar sus planes de renovación o expansión. Así, el desarrollo económico y social de Canarias estará pilotado por empresarios y profesionales de las islas y no solo por fondos de inversión extranjera, o por grandes eléctricas.
Es un novedoso vehículo que podrá ser utilizados para que estos empresarios y profesionales ‘valientes’ participen, con absoluta seguridad jurídica, en aquellos grandes proyectos privados de inversión que pretenden ser los auténticos “tractores” de la reactivación económica del Archipiélago.
*Enrique Guerra es abogado fiscalista director general de RIC PrivateEquity