La publicación por el INE de los datos del mes de julio, que incluían una caída del 5,9% en el número de turistas llegados a España en ese mes, ha provocado que periodistas de todo tipo se hayan lanzado a hacer sus análisis sin dejar que la realidad les estropeara una buena historia. Uno de los principales medios digitales del sector titulaba que eran los peores resultados de los últimos ocho años, algo evidentemente falso puesto que son los segundos mejores de la serie, mejores incluso que los de 2016 que fue un año extraordinario. Al leer el texto, uno se da cuenta de que lo querían decir era que una caída porcentual tan grande no se había producido desde abril del 2000.

En el periódico económico Cinco Días, y firmada por CM, aparece una crónica que arrima el ascua a la sardina de los lobbies del turismo de compras y de las empresas que gestionan la devolución del IVA que están más interesadas en los turistas extracomunitarios por razones obvias, indicando que estos, que son solo el 5,8% del total-correcto- gastan el 47% -falso. Se ha olvidado señalar que en la estadística que menciona figuran por un lado Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y los Países Nórdicos, que representan el 53% del gasto y por otra el resto, que es el que gasta ese 47%, pero en ese resto están incluidos nada menos que veinte países comunitarios, algunos tan importantes para nosotros como Portugal Bélgica u Holanda. Y por olvidar, también olvida que esas cifras se refieren al gasto total del viaje, que incluye el transporte aéreo y otros gastos de los turistas en origen, como comisiones de agencias, plataformas de intermediación y otros. Dado que el viaje desde países más lejanos que los seis mencionados cuesta más, lo lógico es que el gasto total también sea mayor.

Son solo dos pequeños ejemplos de cómo cualquier información es utilizada inmediatamente con fines políticos o comerciales que interesan  a los que las publican.

Nos quieren asustar anunciándonos un año turístico espantoso, cuando lo cierto es que recibiremos alrededor de 80 millones de turistas, cuando en 2013 eran 60, 65 en el 2014, 68 en el 2015 y 75 en el 2016. Semejante ritmo de crecimiento era imposible de mantener y a lo mejor ha venido bien un descanso.

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