Es muy habitual la comunicación entre miembros de nuestros equipos a través del correo electrónico. De hecho, pasamos más tiempo del que nos gustaría delante del ordenador leyendo y contestando los mismos.
Muchas veces el tono de los mismos se eleva y termina en un cruce de múltiples respuestas que no son digamos muy asertivas y esto pasa entre miembros del equipo que están físicamente muchas veces a unos pasos de distancia.
Yo siempre recomiendo lo mismo: “Señores, tienen una conversación pendiente en la máquina de café. Nada de correos, móviles o terceras personas, un café y a hablar las cosas frente a frente”. Por menos de 1€, esto consigue en la mayoría de los casos milagros de Lourdes y funciona a todos los niveles jerárquicos. Es el poder de la máquina de café y de coger el toro por los cuernos.