En las navidades del 85 recibí una llamada de Nunis explicándome la decisión. Nada más hacerse pública la noticia, recibí otra llamada de Jaime Jorba, presidente de Bimbo España preguntándome si estaríamos dispuestos a ofrecer los estudios realizados a Anheuser Busch, la gran cervecera, que había adquirido la empresa panificadora Campbell Taggart, de la que Bimbo formaba parte y era también propietaria de los parques Busch Gardens.

Con el consentimiento del ministro me puse a su disposición. Anheuser Busch contrató a la consultora Arthur. D. Little, que envió rápidamente a Madrid a un equipo altamente competente para sacarme hasta la última gota de conocimiento.

A petición de Anheuser Busch, se mantuvo el máximo sigilo sobre el asunto y no comuniqué nada al gobierno catalán. Visité el Bush Gardens en Virginia, que me causó una magnífica impresión. Cuando finalmente Anheuser Busch se lo comunicó al gobierno catalán, Jordi Pujol no tardó ni un minuto en atribuirse el mérito. Lo mismo hizo Artur Mas en la inauguración de Port Aventura —construido en el lugar seleccionado por Disney— en 1995.

En noviembre de 1987 dimití de mi puesto de director general de Turespaña para montar junto con Julio Feo una empresa de consultoría que incluía, entre otras áreas, el turismo. Uno de mis primeros clientes fue Disney. Para ellos realicé los planes de márquetin del mercado español para el parque parisino, que se inauguró en abril de 1992.

Fui uno de los invitados VIP al festejo. Mi mujer y yo pasamos buen rato con Eisner, Wells, sus esposas y otros altos ejecutivos. Cuando Eisner iba a subir al podio empezó una suave lluvia. No pude reprimir una sonrisa recordando las veces que les había advertido sobre el tiempo en París. Medio en serio, medio en broma me espetó: "Eres un cabrón”.

En los primeros dos años, el parque —dirigido por Jim Cora— cumplió las expectativas respecto a visitantes, pero no en ingresos, por lo que en 1994 los bancos acreedores compraron la mayoría de las acciones de la sociedad francesa Euro Disney SCA, con participación minoritaria de la empresa californiana, para vendérsela a Disney a su socio Bin Tallal, a una fracción de su precio original y perdonaron los intereses a cambio de nuevas inversiones en el parque. También realizaron una reestructuración interna,” afrancesando “el parque autorizando por primera vez un parque Disney la venta de alcohol en los restaurantes. Acababa de fallecer Wells y de dimitir Jeffrey Katzenberg.

Eisner fue sustituido por el ejecutivo de televisión Bob Iger, que continuó con las adquisiciones hasta convertir a Disney en la primera empresa de Hollywood. Tras su jubilación, se hizo cargo el director general de la división de parques Bob Chapeck que duró solo dos años, tras los que la empresa pidió a Iger que regresara para enderezar los malos resultados.

Lo más relevante de estos últimos tiempos ha sido la "guerra cultural” que declaró a Disney el gobernador de Florida y aspirante presidencial Ron de Santis.

Los "otros personajes" de Disney han seguido su ruta vital por distintos caminos, algunos, desgraciadamente, sin retorno, otros felices por la oportunidad que tuvimos  y De Santis feliz con el enfrentamiento.

Cuando todos despertemos Disney seguirá allí.

 

*Ignacio Vasallo es director de Relaciones Internacionales de la Federación de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET).