La escasez de vivienda creada por la ineficiente y burocrática regulación urbanística de algunos países europeos, entre ellos, España, ha forzado a algunos promotores inmobiliarios a utilizar vías alternativas para poder lanzar al mercado un concepto de producto dirigido al mercado del alquiler flexible residencial, pero utilizando normativa hotelera: la solución parece encontrarse en el flexliving.

El flexliving ocupa un espacio mediático creciente en el mercado a pesar de su muy reducido volumen relativo real (principalmente centrado en España en Madrid, Valencia, Barcelona y Málaga). Contrariamente a la opinión generalizada, este concepto no supone disrupción alguna y aparentemente parece volver a desear recorrer, desde el el punto de inicio, la curva de aprendizaje por la que ya lleva décadas ascendiendo el sector hotelero:

  • El flexliving se posiciona hacia el mercado residencial ofreciendo como novedad un formato que lleva décadas existiendo ya en el sector hotelero denominado extended stay: la posibilidad de ofrecer a los clientes estancias de duración variable en unidades de alojamiento dotadas de salón y cocina. Estos establecimientos cuentan también con servicios comunes como recepción, gimnasio, piscina y otros espacios compartidos de ocio y/o trabajo.
  • Estamos asistiendo a la creación desde cero, por parte de los grupos inmobiliarios que promueven este producto, de nuevas unidades de negocio, nuevas compañías de gestión y comercialización, y nuevas marcas para lanzar estos conceptos al mercado.

Grupos hoteleros globales como Marriott InternationalHilton, Hyatt, Wyndham Hotels & Resorts, Extended Stay America y Choice Hotels International cuentan desde hace muchas décadas con marcas hoteleras en el segmento de extended stay que han permitido siempre a sus clientes compatibilizar cortas y largas estancias, ofreciendo unidades más amplias con servicios compartidos. Este formato hotelero suele conllevar menores ingresos unitarios, pero permite generar márgenes operativos superiores (debido a un menor coste de personal, mayor eficiencia de suministros, menor frecuencia de limpieza, etc.).

Claramente, la voluntad de presentar este producto al mercado como si se tratase de un concepto residencial, dejando de lado por completo la potencia comercial que otorgaría el uso de marcas de extended stay, ya plenamente establecidas en el mercado, hace que el despegue de estos desarrollos vaya a ser mucho más lento y limitado de lo que cabría llegar a esperar. A pesar de ello, el arcaico ordenamiento urbanístico que padecemos, que no parece que vaya a flexibilizarse a corto plazo, y la creciente inseguridad jurídica propiciada por la vigente ley de vivienda, son dos factores clave que garantizan que la demanda de este tipo de productos siga perpetuándose en el tiempo.

Finalmente, el concepto de hospitalidad lo invade todo y se extiende imparable por nuevos ámbitos del sector inmobiliario.

 

*Ivar Yuste es socio de la consultora hotelera PHG Hotels & Resorts - Hospitality Consulting, y miembro del consejo de The International Society of Hospitality Consultants