La tecnología no está reñida con el talento y la profesionalidad de los trabajadores.
El mercado laboral español en las empresas turísticas ha envejecido de forma radical en los dos últimos años. Aquel que no se recicle no tendrá oportunidades, pero todavía todos están a tiempo de volver a trabajar y llegar a la deseada jubilación.
Para 2030, se prevé que existan más de medio millón de profesionales mayores de 55 años en turismo y hostelería. Solo los profesionales seniors técnicos y especializados serán los que podrán absorber la demanda de trabajo en los próximos años.
Si el envejecimiento de los profesionales es una realidad, la creciente oportunidad para los jóvenes es la consecuencia. Miles de empleos van a quedar vacantes en la próxima década, debido a la falta de personas de entre 45 a 65 años en el mercado laboral.
Quizá en otros sectores, la robotización y la industrialización de los procesos condicionarán los trabajo de las personas, pero en el turismo, un segmento donde el éxito de los negocios se basa en el trato personalizado de los clientes, el conocimiento, la atención y el nivel de servicio, siempre serán necesarios, y es más, el servicio se empezará a valorar y a remunerar de la forma correcta a todas las personas que tengan un conocimiento obtenido a través de la formación continua y del trato con los clientes durante su carrera profesional.
Todos estos nuevos empleos requerirán formación técnica, licenciaturas o ingenierías, pero sobre todo conocer cómo funcionaba el mercado antes del Covid, cómo funciona durante la pandemia y cómo funcionará en el futuro inmediato.
Ayer tuve una reunión con analistas financieros que quieren montar una cadena de hoteles y buscaban ayuda en la parte de operaciones y en la parte emocional del negocio. Todo aquello que dependa de crear emociones para los clientes es muy difícil de parametrizar en un ordenador.
Si conoces a fondo el sector se abre una puerta para todas esas personas que tienen cierta edad y que piensan que se han quedado obsoletas frente a los jóvenes que dominan las tecnologías y que, en lugar de coger una comanda con un papel y un lápiz, lo hacen con un teléfono.
Siempre me hago la misma pregunta: ¿Qué ocurre cuando se va la luz, se acaban las pilas del aparato o, sencillamente, el datáfono no funciona? ¿Existe un plan B? ¿El personal está formado para dar una respuesta inmediata cuando la tecnología se queda bloqueada?
Entonces es cuando los seniors tienen siempre la oportunidad de brillar, ya que la experiencia es un grado y saben qué hacer con una cola de 20 clientes que quieren hacer el check out y no pueden perder su vuelo.
Con la digitalización se crearán puestos de trabajo y seguirá habiendo un alto índice de desempleo, a la vez que faltarán profesionales.
Los que reciban la formación en habilidades y competencias serán los que tengan la clave para seguir en el mercado laboral.
El desajuste entre formación y empleo provocará que coexista un mercado con una tasa de desempleo juvenil rozando el 40% en 2021 y miles de puestos sin cubrir al mismo tiempo.
El mercado del empleo turístico español tiene un problema estructural: el país necesita mejorar los salarios de los empleos y formar a los seniors y a los juniors de forma continua, tanto en actitud como en aptitud"
Los jóvenes pueden pensar que la Inteligencia Artificial y el aprendizaje automático les van a solucionar sus problemas básicos, pero es esencial que los empleados estén capacitados y reciban la formación adecuada para trabajar con modelos y algoritmos, y a su vez entiendan que el concepto de la hospitalidad es un negocio humano y lleno de emociones.
Es necesario apostar por la formación continua, combinando la innovación y la Inteligencia Artificial.
Hay que desaprender y volver a aprender las nuevas opciones en la vida laboral del sector turístico.
Los efectos del envejecimiento de los profesionales del sector se solucionan ampliando la formación de las antiguas y nuevas generaciones, no solo en procesos, sino en el trato y el servicio tradicional y, todo ello, conviviendo con la implantación de la digitalización.
La irrupción de la automatización ha dotado a las nuevas tecnologías de valores y principios, pero el turismo, es algo más; la sonrisa, o el guiño de un empleado jamás lo podrá hacer una máquina.
El sector turístico deberá implementar ‘una Inteligencia Artificial ética en las empresas’.
El futuro está en la creación de un nuevo modelo de talento tecnológico adaptado al servicio tradicional de calidad"
Es necesaria la creación de una economía turística del dato junto con la Inteligencia Artificial del sector. Con el objetivo de impulsar el desarrollo de una nueva economía que genere crecimiento. España se enfrenta al reto tecnológico adaptado al ámbito formativo.
Hay que valorar la creación de un ecosistema de start-ups, centros tecnológicos y universidades especializadas en la investigación y el desarrollo de soluciones de inteligencia artificial aplicadas al ámbito turístico que permita compartir y aplicar los conocimientos y las soluciones más eficientes.
Pero por encima de todo, jamás hay que olvidar que el sector de la hospitalidad y de los viajes lo forman y lo crean todas las personas que trabajan en el sector, aunque haya máquinas que faciliten y agilicen trámites, el factor y el toque humano es esencial, y los seniors tienen una gran ventaja, ya que tienen la suerte de poder vivir y trabajar a caballo entre dos siglos.
*Jesús Menéndez López es CEO de Hotel Mystery Guest. Cuenta con MBA en Gerencia y Dirección hotelera por la Universidad Politécnica de Madrid y ha realizado estudios en UCC (University College Cork, Irlanda).