Opinión

GAMIFICACIÓN: ¿A qué juegas?

El juego contribuye a formarnos y motivarnos a mejorar nuestras habilidades tanto motrices como intelectuales

Hemos pasado una fecha por todos recordada: Los Reyes Magos, sinónimo de juguetes y juegos... Desde bien pequeños, el juego contribuye a formarnos y motivarnos a mejorar nuestras habilidades tanto motrices como intelectuales.

El juego en la actualidad se utiliza también a nivel laboral y empresarial para mejorar las habilidades de los equipos.

La Gamificación
 

La Gamificación es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados, ya sea para absorber mejor algunos conocimientos, mejorar alguna habilidad, o bien recompensar acciones concretas, entre otros muchos objetivos.
 

Gamificación

Comentándolo de manera más coloquial: Se buscan resultados como si de un juego, un reto, se tratara; y se compite por el mero placer de ser mejor que los otros, como en el parchís, o se premia con pequeñas recompensas, además de conseguir ese reconocimiento y ese logro.

Al final se está aprendiendo con el juego.

Creo que ya lo he contado en alguna ocasión, cuando trabajaba de cara al público en cafeterías o restaurantes y aún no era un profesional ni había recibido formación propia del sector de Hostelería y Turismo —tan solo la de los compañeros más aventajados—, jugaba con algunos de ellos a ver quién vendía más un determinado producto, quién lograba más propinas o cualquier otro retro que consideráramos. Sin querer estábamos desarrollando estrategias, poniendo a prueba y aplicando técnicas de comunicación, de venta, de Atención al Cliente.

De esas prácticas, que fueron muy interesantes y divertidas, aprendíamos todos y nos autoalimentábamos unos de otros. El equipo se motivaba a sí mismo, y los resultados eran positivos para nosotros y para la empresa.

Muchos de mis exalumnos podrán recordar cómo aprendían jugando a pincear con cuchara y tenedor un flan, o cómo llevaban  bandejas cargadas con cartones de leche y cascos no retornables en fila haciendo caminos imposibles entre mesas y sillas a modo de gincana militar.

Hoy los pedagogos y educadores hablan de las cualidades de esta manera de aprender y enseñar. Por aquel entonces nadie hablaba de la gamificación.
 

Gamificación como modo de aprendizaje | Foto IFEMA

Lo que nadie duda es de la necesidad de crear un interés para que se logre un propósito. El interés del empresario está claro, pero la mayoría de ellos no son capaces de generar esa necesidad de aprender y mejorar que deben implantar en sus equipos. Esto suele ocurrir entre muchas otras cuestiones:

  • Por la desmotivación previa.
  • Por la falta de comunicación en ocasiones donde fue necesaria.
  • Por los erróneos argumentos, mala interpretación o la falta de convencimiento de los mismos.
  • Por las inseguridades de los que deben aprender,  y falta de metodología en los procesos de aprendizaje.
  • Por la preferencia de los trabajadores de seguir en la zona de confort y no dedicar ni tiempo ni esfuerzos mentales.
  • Por una dedicación a estos menesteres ocasional, sin planificaciones ni continuidad en el tiempo.

 

 

Y la razón más importante radica en que los empresarios no son docentes, luego aunque tengan intereses al respecto no conocen ni aplican técnicas de docencia y tampoco saben trasmitir motivos por los que los empleados deberían mejorar sus habilidades.

Ahora, ya se supone conocemos mejor las reglas del juego.

¿Jugamos?

¡Ah! Y felices Reyes (Recuerda que el regalo te lo haces tú*).

 

*Luis Martínez Moreno es asesor/consultor, cliente incógnito y profesor de hostelería.

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