Aun habiendo amistades que me señalan como un exagerado en temas de planteamientos, previsión y esmero, mi último error ha sido relajarme.

He pagado las consecuencias, y aprendido la lección:

"En casa del herrero, cuchillo de palo"

Ya recuperado físicamente (es de agradecer), me toca capear con las consecuencias y la lección, que comparto como método de aprendizaje para mi propio crecimiento y para aquellos que lo consideren.

Hace unas semanas enfermé de Covid, no sé qué variante, no sé con cuánta carga viral, solo sé que ante síntomas de lo que pensé era una infección de garganta adquirida a causa de los aires acondicionados, las pruebas pertinentes y la prescripción médica dio veredicto: Positivo en Covid.

A interrumpir trabajo, y vida.

Me había relajado, el error que tanto veía en otros, era ahora también mío. 

Error base: Relajación

Desde que apareció el Covid anduve preocupado y muy cauto al respecto, y aún seguía así, o eso creía, pero los resultados del test eran positivos, luego cometí un error y ahí están las consecuencias, sus frutos.

Moraleja, consecuencias y lección en mis propias carnes:

1. El error lo pago yo, pero lo sufre todo mi entorno.
2. Aparte del coste económico, los errores tienen un coste emocional, y un coste importante de tiempo.
3. Como les ocurre a muchos empresarios ante una determinada incidencia, me veo obligado a parar la actividad empresarial.

Si a mí me molesta aun siendo consciente que con mi tipo de negocio y enfoque es imposible continuar la actividad, ya que se basa en mis conocimientos y experiencia y eso no se puede delegar, imagino la frustración y malestar que deben sufrir todos aquellos empresarios hosteleros que se ven obligados a cerrar por no haber previsto alguna incidencia limitante, que sí podía haberse prevenido.
 

Y créanme que se podrían evitar muchos de esos cierres.

       4. Otra importante lección es valorar lo que se tiene, y lo que nos falta.

Lo que se tiene para seguir manteniéndolo con entusiasmo y alegría, que muchas veces no nos damos cuenta. Y, sobre lo que nos falta, hacer todo lo posible para adquirirlo, recuperarlo y algo que se olvida, ¡mantenerlo! [Planificación y Previsión]

      5. Y, lección muy trascendental, recordar que uno también se equivoca.

No olvidar esta lección nos permitirá afirmar y sentenciar solo cuando el 100% sea evidente.

Repito por lo transcendental de la lección: Uno se puede y, de hecho, se equivoca

Y en lugar de lamentar, reconocer error, buscar soluciones con celeridad y seguir avanzando.
 

La vida personal y profesional se basan en la capacidad de afrontar y gestionar todas las incidencias que sucedan, por muy inevitables y desagradables que sean.

"Esas cosas pasan"

Y es por eso, que en hostelería y turismo la importancia de trasformar el equipo empresarial y lograr que sea más multinacional.

Que puedan y tengan capacidades para desarrollar tareas que normalmente no realizan. Que logren entender la empresa como el barco que hay que mantener a flote, y al resto de compañeros como fundamentales para conseguir llegar a buen puerto. Equipo, una palabra que tiene un valor y significado mayor de lo que se contempla y que marca grandes diferencias. ¿Cómo se logra? Formación y motivación.

Repito:

La mayor lección que se puede sacar y que comparto para aquellos que deseen conocer, es que todos cometemos errores, que no siempre nuestra visión y decisiones son las más convenientes, cuanto más nos cuestionamos, más aprendemos y avanzamos.  

Deberíamos reconocer los errores, también perdonarlos y aprender a evitarlos o corregirlos, porque *los errores los paga uno mismo, pero lo sufren nuestro entorno, sobre todo aquellos que más nos aprecian.

No es nada malo cambiar de opinión, es más, cambiar de estrategia no tiene que contemplarse como un fracaso, o algo negativo, es todo lo contrario, es tener la suficiente personalidad como para rectificar y actuar según nuevos planteamientos.

*Luis Martínez Moreno es asesor/consultor, cliente incógnito y profesor de hostelería.

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