Numerosas muestras de solidaridad y empatía nos ha dejado esta semana inicial de un estado de alarma nacional por el cual nos hemos visto obligados a recluirnos en nuestras casas. Como parte del equipo de vigilancia desplegado en un supermercado, convertido en el nuevo lugar de encuentro obligado con terceras personas aunque solo sea brevemente para hacer la compra de bienes de primera necesidad, me alegra ver la excelente respuesta de la gran mayoría de los ciudadanos españoles ante las medidas restrictivas excepcionales adoptadas por el Gobierno ante la expansión del coronavirus en nuestro país. La inmensa mayoría de los ciudadanos no solo cumple con la normativa vigente sino que sigue a pies juntillas las numerosas recomendaciones para salvaguardar nuestra salud y la de los demás.

A los que siguen las normas y recomendaciones, gracias por su colaboración y compromiso.

A los jóvenes que están en sus casas sin salir cumpliendo con las medidas excepcionales actuales, gracias por su madurez y comprensión.

 A los que se han ofrecido como voluntarios y voluntarias para ayudar a las personas mayores durante estos días, gracias.

A los que con su trabajo garantizan el funcionamiento del país, ya sea en un hospital, en un supermercado, en un servicio de transporte, en una gasolinera, como parte de las fuerzas de seguridad, ejercito o cualquier otro servicio imprescindible a la ciudadanía, gracias.

A todos los empresarios que están colaborando para adaptar hoteles en centros de atención médica de enfermos por el coronavirus, gracias.

A todas las personas que se levantan cada día en sus casas para afrontar un nuevo día, gracias.

Me gustaría llevaros a todos a un viaje muy especial que os ayude por unos momentos a vislumbrar la mejor sociedad que entre todos vamos a construir con esfuerzo y sacrificio. Una sociedad más humana y unida por la adversidad a la que nos hemos visto expuestos.

Se trata de un viaje único, un viaje de esperanza. Somos un grupo de 47 millones de españoles y españolas que ocupamos las 17 comunidades autónomas que conforman España.

Nuestro objetivo actual debe ser atender a las necesidades de la población, especialmente a los enfermos y personas mayores, garantizar la buena convivencia en una situación excepcional y construir día tras día una sociedad que vele al máximo por todos los españoles, especialmente por los más necesitados, las personas mayores y las minorías en riesgo de exclusión social.

Me gustó mucho la frase de nuestro presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmando: “En esta crisis ningún ciudadano español va a quedar atrás”. España, tras un periodo traumático y de tremenda dificultad, conseguirá detener el avance del coronavirus y normalizar la situación dentro de sus fronteras. Me gustaría mucho que el actual espíritu de unidad política y solidaridad ciudadana se mantuviera en el tiempo una vez finalice esta situación excepcional de alarma nacional.

Si a alguien tenemos que agradecer especialmente su labor es a las personas mayores, ellos son los auténticos héroes y heroínas de nuestro país. Sin ellos y ellas, sin su esfuerzo y sacrificio, no tendríamos este excelente país que es España.

Es por ello por lo que hoy, mañana y siempre debemos ser capaces de valorar al máximo el talento, el conocimiento, el amor y la aportación de todos aquellos abuelos y abuelas, todas aquellas personas mayores que hoy luchan en sus casas y en las residencias de mayores contra el coronavirus y contra la soledad. A todos ellos, gracias. No estáis solos. Estamos con vosotros en esta lucha. Juntos venceremos.

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