Es uno de los servicios extras que suelen ofrecer los hoteles, pero en realidad son pocos los que usan este servicio, principalmente por el alto precio de los productos que ofrece.

En ese caso podríamos hacernos la siguiente pregunta: ¿podrían prescindir los hoteles de dar este servicio o realmente es un producto rentable para ellos?

Cuando se mantienen después de tantos años es que será rentable aunque tengan poco uso, pero también es verdad que son muchos los clientes que utilizan la última noche para utilizarlo y no pagar los productos consumidos, pues no da tiempo a la camarera de piso comprobar lo que han utilizado y el recepcionista se tiene que creer lo que el cliente le diga.
 

Podemos decir más, un alto porcentaje de los clientes que usan el minibar se beben el alcohol y rellenan las botellas consumidas con agua.

Aunque ya hay minibares inteligentes, que automáticamente te carga a tu cuenta en el momento que coges algún producto, son pocos los hoteles que tienen este tipo de dispositivos.

Pienso que para los clientes sería más útil tener minineveras con agua fresca y que estuviese incluida en el precio de la habitación y que su reposición fuera diaria si se consume, con un límite por día. Es el producto más demandado por un cliente de hotel y siempre terminan comprándola en el supermercado más cercano y metiéndolas en la habitación.
 

Además, la mininevera es muy útil para las familias con niños para poder meter la comida para los bebés y tenerla fresca.

Sería un servicio que agradecerían los clientes y le darían más uso que al tradicional minibar, que la mayoría no son ni neveras.

De esta manera bajaríamos el consumo de alcohol de los clientes en las habitaciones y se daría un servicio más saludable y más útil para todo tipo de clientes.

*Ricardo Zapata García es Técnico y especialista en Turismo

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