Los datos del año 2020 que ofrece la OMT, procedentes de las estadísticas nacionales, nos señalan que el pasado año hubo un vuelco en el podio de los países más visitados del mundo. No es la estadística más importante, lo es la de ingresos, pero es la más conocida.
Según esos datos, el pasado año Francia habría recibido 40 millones de visitas internacionales, frente a 25 de Italia, 24,3 de México, 19,4 de Estados Unidos y 19 de España. Habríamos pasado de la segunda a la quinta posición mundial. En total hubo 382 millones de viajes internacionales frente a los 1.500 del año anterior.
La mayoría de los expertos consultados por la OMT calculan que las cifras anteriores a la pandemia no volverán hasta el 2024 y esto es lo que recogen los medios.
Ese pesimismo se refiere al turismo internacional, pero si hacemos previsiones sobre el turismo nacional en el mundo las cosas cambian.
Empecemos por señalar que el turismo interior representa un 80% de los movimientos y de los gastos e ingresos totales y este se está recuperando a un ritmo más rápido.
Básicamente el turismo es un fenómeno regional. La gente se mueve sobre todo dentro de sus propias fronteras y después se dirige a los países vecinos. Los grandes movimientos mundiales tienen lugar dentro de tres regiones: Norteamérica, China y Europa.
Veamos ahora las cifras:
En el año de referencia 2019, los norteamericanos realizaron 2.300 millones de viajes de más de una noche dentro de su propio país. Las cifras de la OMT nos señalan que el turismo receptivo internacional se quedó en el borde de los 80 millones de llegadas.
En ese mismo año, los chinos realizaron 6.000 millones de viajes en su propio país. Recibieron 145 millones de viajes turistas extranjeros y enviaron otros tantos al exterior. Pero estas cifras no toman en consideración que, en el sistema estadístico de la OMT, los principales destinos de los chinos continentales son Macao y Hong Kong, seguidos del sudeste asiático. Los chinos que viajan a las otras dos grandes regiones turísticas no sobrepasan los 20 millones.
En Europa, los movimientos intrarregionales superaron los 3.000 millones de viajes, de ellos 2.500 fueron dentro del propio país. Los alemanes, por ejemplo, realizaron casi 800 millones de viajes dentro de Alemania frente a los 11 que realizaron a España.
Los viajes de una a otra región representan una mínima parte del total
Vemos pues que, a nivel mundial, es mucho más importante la recuperación de los diferentes turismos nacionales que el internacional. Y se está recuperando. Al terminar el verano tanto los chinos como los norteamericanos habrán vuelto a las cifras previas a la pandemia y en Europa nos aproximaremos al 80 por ciento.
España es una excepción. Es el único de los grandes países del mundo en el que el turismo extranjero es más importante que el nacional (60 frente a 40 por ciento en gasto), pero además está concentrado en algunos destinos de costa, mientras que el nacional se distribuye por toda la geografía española.
Los españoles tendrán que viajar mucho más que antes dentro de nuestras fronteras para compensar, pero aun así no lograrán cubrir los huecos que dejan los británicos en Tenerife, Ibiza o Benidorm, por ejemplo. Al terminar el año nos quedaremos algo cortos respecto a las previsiones del Gobierno de más de 40 millones de turistas extranjeros, la mitad que, en el 2019, pero en cambio el turismo interior superará el 80 por ciento de las cifras de ese año. El gasto total en turismo será superior al 50 por ciento del de 2019.
El rápido ritmo de vacunación tanto en España como en el resto de Europa —excepcionalmente rápido en Gran Bretaña— supone que alcanzaremos la inmunidad de grupo en medio del verano. Los europeos se moverán más alegremente a partir de entonces y al llegar octubre la competencia disminuye por la climatología. Canarias, Benidorm y la Costa del Sol seguirán abiertas.
El año próximo los movimientos turísticos internacionales estarán todavía muy por debajo de las cifras anteriores en todo el mundo, pero los destinos españoles tan próximos a los grandes centros emisores habrán recuperado gran parte del tráfico perdido.
Los expertos de la OMT tienen razón al asegurar que el turismo internacional no se recuperará hasta el año 2024, pero el turismo global si lo hará y un año antes tendremos ya ingresos totales similares a los del año de referencia.