Opinión
Esperando a Mr. y Mrs. Smith
De entre los turistas extranjeros, los que más nos visitan son los británicos, por delante de los alemanes y los franceses y eso es así desde hace muchos años
Los clientes más importantes de la España turística son los españoles, especialmente este verano en el que la mayoría ha decidido ya quedarse aquí. De entre los extranjeros, los que más nos visitan son los británicos, por delante de los alemanes y los franceses, y eso es así desde hace muchos años.
No hagan caso de las cifras que se publican habitualmente. No vinieron 18 millones de británicos en 2019, ni gastaron aquí 18.000 millones de euros. Son datos procedentes de encuestas realizadas por el INE, que miden las visitas y el gasto total de los turistas en vacaciones, pero no el número de turistas ni lo que se dejan en nuestro país, que es lo que debería importarnos. Las cifras ofrecidas por el National Office of Statistics, con datos obtenidos por encuesta en origen, las reducen al menos en un 20%. El Banco de España calcula que el gasto real es del orden de los 13.000 millones.
Esa diferencia entre el gasto total y el gasto en España es importante porque es la cantidad que se queda en el Reino Unido, fundamentalmente en su poderoso sector turístico: touroperadores, agencias de viajes, compañías aéreas y otros. Los británicos no son solo los extranjeros que más gastan en nuestro país, sino también los que más gastan en su propio país cuando salen de vacaciones a España, en comparación con los que van a otros lugares. España es de lejos el principal destino de los touroperadores y de las compañías aéreas. El lobby turístico ABTA, la Asociación de Touroperadores y Agencias de Viajes; AITO, Asociación de Touroperadores Especializados; y las compañías aéreas son nuestros aliados a la hora de negociar con su Gobierno.
Los británicos son los principales clientes extranjeros en Ibiza, Menorca, Benidorm, Tenerife, Costa del Sol; y en tantos otros sitios y los segundos en Mallorca, Barcelona y el resto de las Canarias, por ejemplo. Igualmente son los primeros en el turismo residencial. Oficialmente, residen en nuestro país algo más de 200.000 británicos, pero hay fuentes que indican que estarían más ceca de los 800.000.
No son 18 millones de turistas porque muchos vienen más de una vez al año, pero eso no es importante. Lo que de verdad importa es que sin ellos nuestro turismo cojea. Por supuesto, algunos cientos de miles no son rentables, pero también hay un par de millones que van a hoteles y a otros establecimientos de lujo.
En un año normal, hay conexiones entre 27 aeropuertos británicos y otros tantos españoles. Durante un par de fines de semana de julio vuelan más británicos a España que chinos durante todo el año. Uno de esos días puede haber 100.000 en el aire yendo o viniendo de nuestro país. Eso es lo que de verdad importa al sector turístico español.
El año 2020 fue una catástrofe desde todos los puntos de vista. El Brexit parece, en perspectiva, el menor de los males y lo que menos ha preocupado al sector, consciente de que los problemas —no poder disponer ni de tarjeta sanitaria ni de certificado verde digital europeos— son fácilmente resueltos si ambos Gobiernos negocian. No olvidemos que al no estar el Reino Unido en el espacio Schengen no hay motivos para que haya cambios en la política de visados, al menos por nuestra parte.
¿Pero vendrán Mr. y Mrs. Smith de vacaciones a España este año?
No cabe duda. Lo que hay que aclarar es cómo y cuándo.
El alto nivel de vacunación en Reino Unido incita al optimismo, a pesar de la rápida extensión de la variante india que ataca a gente más joven que las anteriores. Lo lógico es que, al llegar el verano, la mayoría de los adultos esté plenamente vacunada. El Gobierno permite los viajes internacionales desde el 17 de mayo, pero ha puesto en marcha un sistema de semáforo por el cual solo merece la pena ir al extranjero si el país correspondiente figura en verde —sin problemas a la vuelta—. De los principales países turísticos solo Portugal lo hace, de momento. España, junto con Grecia, Italia o Francia se encuentran en ámbar —cuarentena revisable y tres PCR a la vuelta—. Turquía está en rojo —No ir, en cualquier caso—.
Además, Johnson ha hecho un llamamiento a que no se vaya de vacaciones a los destinos en ámbar. De momento, no se han atendido las quejas del Gobierno español que exigían, al igual que el sector turístico local, un trato diferenciado para las Islas, que tienen mejor nivel epidemiológico que la Península —con la excepción favorable de la Comunidad Valenciana—. No se espera que, en la próxima revisión del 7 de junio, ninguna pase al verde según ha señalado el ministro de Sanidad, Matt Hancock. La revisión se hace cada tres semanas. Lo más probable es que el conjunto de nuestro país pase a verde en la modificación de finales de junio si el ritmo de vacunación aquí sigue igual. Por la parte española y de la UE, ya están las fronteras abiertas para los británicos. Como dijo el presidente Pedro Sánchez en Fitur: "Pueden venir a España sin restricciones ni requisitos sanitarios".
Ese es el momento de la verdad, cuando se inician vacaciones escolares —un tercio del total—, segmento en que España, como no, es líder. Los viajes de las familias, de cuatro personas de media, con estancias de quince días suponen para muchos hoteles y apartamentos cerca del 50% de sus ingresos anuales.
Hay ganas de viajar y están aumentando las programaciones de vuelos y las reservas, entre las que predominan las de última hora, alentadas por la flexibilidad y posibilidades de cancelación. Los expertos calculan que ya se han realizado más de 5 millones de reservas a países en ámbar, más de la mitad a España. Aunque muchas fueron canceladas tras los avisos del Gobierno británico.
Algunas comunidades como Andalucía, Baleares y Murcia han puesto en marcha un seguro Covid gratuito, pero es difícil que la información llegue al público en Reino Unido.
En ciertos lugares como en las islas griegas y Turquía dan prioridad en la vacunación a los empleados turísticos. Aquí podría tener sentido en Baleares.
Si las partes involucradas se empeñan, las familias con niños en edad escolar podrán pasar aquí sus vacaciones. Y Mr. y Mrs. Smith, cuyos hijos ya han crecido, vendrán más tarde con plena seguridad porque Benidorm, por ejemplo, recibirá a muchos ingleses en invierno, al igual que la Costa del Sol, para jugar al golf o Canarias, cuando nuestra competencia tiene que cerrar por el clima. También en el segmento de viajes senior, España es el líder.
Los británicos vendrán y España, un año más, seguirá siendo el líder en nuestro mercado más importante.
*Ignacio Vasallo es director de Relaciones Internacionales de la Federación de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET).
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