Hace años cuando tus padres te llevaban de viaje en verano para pasar unos días en un hotel de costa, tú no sabías qué hotel ni qué destino eran los elegidos por tus padres.
Hoy en día, todo eso ha cambiado. Los niños tienen un poder absoluto de decisión a la hora, no tanto de elegir el destino, sino del hotel.
La elección va a depender mucho de las actividades acuáticas que tenga la piscina de un hotel, principalmente. Si tiene toboganes, elefantes que echan agua por la trompa, pistolas de agua, barcos piratas, cubo que cae agua como una catarata… y así un gran número de atracciones similares.
El destino donde va a estar el hotel, en muchos casos, es secundario, y los padres finalmente suelen decidirse por el alojamiento que los niños han visto por internet o en algún folleto de la agencia de viajes, aunque estos últimos van desapareciendo cada vez más de los expositores.
En definitiva, los hoteles de costa se han convertido para los niños en juguetes a la hora de pedir la carta a los Reyes Magos, donde los pequeños deciden qué es lo que quieren, y cada vez son menos las veces que SS.MM. no les traen lo que han pedido.
Esto tiene que hacer pensar a los hoteles familiares de costa que la publicidad tiene que ir más destinada al público infantil que al adulto, pues los niños son los que deciden.
*Ricardo Zapata García es Técnico y especialista en Turismo