Mi nuevo puesto de trabajo: camarero, camarera de pisos, lavandería, recepción... Y lo que haga falta por salvar mi hotel.
El 70% de mi ocupación son clientes de empresa, ya que les cierro unas tarifas anuales con unos servicios propios para ellos. Estas tarifas no se modifican si la ocupación es alta o son fechas en las que sabemos que vamos a vender más volumen a mayor precio, siempre he sido conservador con respecto a este tipo de cliente.
Este 16 de marzo íbamos a cerrar nuestro “pequeño Gran Hotel”, ya que todas las reservas se estaban cancelando y la ocupación iba a ser del 0%. Ese domingo 15 tenía una reserva de un cliente de empresa asiduo que venía para ver cómo estaba el cultivo de guisantes, lo llamé para saber si iba finalmente a venir. Mi sorpresa al llamarlo fue que venía con mas trabajadores para la recolección de la campaña del guisante. En una llamada telefónica pasamos del 0% al 100% de ocupación.
Su estancia empezaba el 15 de marzo y finaliza el 15 de abril, como mínimo. Hemos tenido que certificar ante la Guardia Civil y la Policía Local que dichos clientes están alojados para realizar unas tareas de primera necesidad como es la recolección y el abastecimiento de alimentos saludables. Por ahora la tormenta se puede aguantar con muchísimo esfuerzo y sacrificios.