En la situación actual con la pandemia y la crisis económica y social implantada en nuestro entorno, es muy importante que ningún miembro del equipo, se quede atrás, que ninguno sea un motivo negativo para que los clientes se sientan inadvertidos, mal atendidos o decepcionados.

Para coordinar y lograr un equipo que realmente esté compenetrado y que sea tan eficiente como podría serlo, hay que modificar planteamientos y maneras de actuar.

Pero para plantear está necesidad y pretender conseguirla, previamente hay que analizar las ventajas y los motivos de dicha conveniencia.

La planificación estratégica es otro detalle de la Gestión empresarial con mayúsculas, cuando se implanta dicha planificación estratégica se generan 3 tipos de ventajas:

1) Ventajas para los trabajadores, para el equipo:

• Más apoyo entre los miembros del equipo.
• Entre ellos se corrigen y se enseñan, se mejora profesionalmente.
• Menos conflictos.
• Todos aprenden de todos.
• Mejora la comunicación.
• Se genera un muy buen ambiente de trabajo.
• Trabajar no resulta una labor tediosa.

2) Ventajas para los clientes:

• Se disfruta de un ambiente confortable y más atractivo.
• Celeridad en el servicio.
• Se reducen errores y equivocaciones.
• Mejora considerablemente la Atención al Cliente.
• La oferta y servicios se perciben más extraordinarios, generan más aprobación.

3) Ventajas para la empresa:

• Se minimizan en un alto porcentaje los conflictos con el personal.
• Disminuyen las pérdidas y accidentes o errores por  descuidos, desmotivación o malas prácticas.
• El personal valora su empresa, la cuida y mira por ella.
• Se reduce la apatía y el desinterés de los trabajadores, entre ellos se motivan y ayudan.
• El personal se involucra y aporta ideas para mejorar.
• La empresa mejora su posicionamiento.
• Se logra más eficiencia.
• Mejora la imagen empresarial.
• Los procesos se profesionalizan más, se mejora tanto servicio cómo Atención al Cliente.
• Se generan más clientes.
• Se aumentan las ventas.
• Disminuye el estrés empresarial y el desánimo.
• Se fortalece la existencia empresarial.
   

Es evidente que se generan ventajas y que una buena planificación estratégica no es algo que se pueda considerar de manera perpetua, la planificación se irá transformando con el transcurso del tiempo las circunstancias y condiciones, pero un análisis previo y un buen comienzo deja pocas cuestiones al azar.

¿Qué 3 factores se deben considerar para la creación de una planificación estratégica?

1) Situación actual.

• Es interesante hacer un análisis de la situación real de la actualidad de la empresa y comparar esa situación con las empresas de nuestro entorno, también en el análisis debe de hacerse un seguimiento cronológico de la actividad empresarial tanto a nivel diario, momentos de más o menos actividad diaria, como semanalmente, que días hay mayor actividad y facturación y también a nivel anual, para ser conscientes como influyen los periodos festivos, vacacionales, temporadas altas, etc.
• Este importante análisis desvela la necesidad de potenciar Servicio y Atención al Cliente en los momentos de más afluencia, y por otra parte la de implantar estrategias de marketing y refuerzo de marca para potenciar la actividad en, épocas, días, y horas, de "vacas flacas".

2) Trayectoria empresarial.

• El análisis histórico-económico de la empresa nos indicará su evolución o recesión, en ambos casos la mejora continua será clave para evitar recesión y potenciar la evolución, aun así la necesidad de este tipo de análisis es indiscutible:
• Si indica tendencia a la recesión, nos está encendiendo una alarma de peligro y la importancia de aplicar estrategias de éxito con celeridad será clave.
• Por el contrario si el estudio nos refleja evolución, es obvio que deberíamos saber los motivos para potenciarlos y afianzar para eludir así la tan indeseada recesión empresarial.

3) Carencias, necesidades e incidencias.

• Si bien es cierto que "el ojo del amo engorda el caballo", la reflexión y la sinceridad sobre las creencias de cuáles son nuestras propias carencias y necesidades son muy buenas pistas para crear parte de esa planificación estratégica en relación a superar esas carencias y superar esas necesidades.

La reflexión sobre las incidencias negativas y como lograr que desaparezcan o sean menos frecuentes, son sin duda, otro punto de la planificación estratégica, aunque creamos que son inevitables, siempre se pueden prevenir o al menos minimizar los daños y acelerar su recuperación.

*Luis Martínez Moreno, es Asesor/Consultor, cliente incógnito y profesor de hostelería.

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