Opinión
Luis Riu: "Mi pasión por la música me ha convertido en un DJ entregado al público"
El CEO de RIU Hotels & Resorts asegura que se transforma cuando está dentro de la cabina del DJ y encuentra dentro de esta profesión “cierto paralelismo con el negocio hotelero”
Yo era muy jovencito cuando me enamoré de la música. No me di cuenta hasta que fui un poco más mayor, pero creo que esa es la manera de explicarlo. Las canciones de Queen, de Barry White, o de la querida Raffaella Carrà no solo me gustaban, como a mis familiares y amigos, a mí me entusiasmaban. Eran los años 70, los mejores de la música dance, y yo soñaba y vivía por la música y las discotecas.
Durante años acumulé muchísimos discos. Siempre quería más, estar al día de todas las novedades y descubrir nuevos sonidos. Este amor por la música se convirtió en mi afición por pinchar, que sigue siendo mi auténtica pasión. Cuando estoy en la cabina del DJ me transformo. Ver un público que disfruta, bailando y cantando, es mi mayor satisfacción. En ese momento olvido todas las tensiones del día a día y me recargo de energía.
Luis Riu DJ, del vinilo al mundo digital
Las cosas han cambiado muchísimo. Antes, para poder tener la música, tenías que ir a las tiendas a comprar los vinilos. De hecho, mi primer pequeño negocio fue grabando discos en cassettes. Los vendía entre mis amigos y con ese dinero, compraba más música. Pero nunca era suficiente, así que muchas veces vendía vinilos antiguos para comprar nuevos, con mucha pena, pero podía más mi deseo de tener lo último en mis manos. A veces he pensado que existe cierto paralelismo con el negocio hotelero. Hay activos que pierden cierto valor económico y a veces tienes que vender para poder invertir en un hotel o zona con más tracción y proyección de futuro.
En Punta Cana, en la discoteca Pachá, a principios de los 90, fue donde di el salto de vivir mi afición como algo privado o como espectador en las salas de baile a ponerme delante del público. Allí cada sábado pinchaba. Se montaban unas fiestas tremendas, con un ambiente muy animado a ritmo de dance, merengue, bachata y salsa. Durante esos cinco años disfruté mucho y evolucioné en mi faceta de DJ, que en aquel momento se hacía con vinilos.
Al regresar a España dejé durante unos años de pinchar en público. Sí lo hacía en casa o en fiestas de familiares, pero técnicamente era muy flojo. No fue hasta que mi hijo Luis Riu jr. me regaló el primer ordenador, y me ayudó a utilizarlo, cuando pasé al modo digital la búsqueda y descarga de la música.
12 horas a la semana para buscar y clasificar nuevas canciones
La fiesta es alegría, diversión, despreocupación y disfrute. Pero para llegar a la sesión yo realizo un trabajo previo muy meticuloso. Dedico una media de 12 horas a la semana a mi afición, en un trabajo que supone captar los nuevos temas, descargar y clasificar.
La captación es la fase que más tiempo me lleva porque como me gustan todos los géneros tengo que escuchar mucha música. Escucho la radio, sigo diversos canales de Youtube, iTunes, Beatport… son horas y horas escuchando canciones. De hecho, mis hijos suelen proponerme nuevos temas cuando salen, de lo que escuchan en un local o en alguna emisora. Como saben que esto me gusta tanto, me lo traen como una especie de ofrenda. Además de que con su juventud, me ayudan a estar muy cerca de lo que se lleva.
¿Cómo es el proceso de trabajo con los nuevos temas para las sesiones de DJ?
- Al descargar la canción ya la guardo con una primera clasificación con su título, género y artista.
- El trabajo sigue hasta que busco los beats y lo paso a Rekordbox para ahí marcar el punto de inicio.
- Finalmente, ensayo cómo meterla y cómo cuadra con otros temas.
A día de hoy tengo casi 5.500 canciones clasificadas. A mis hijos no les gusta que diga que tengo una copia en papel con toda esa documentación. Todo lo que es analógico parece que huele a viejo. Pero así es como estoy acostumbrado a organizarme. Apunto a mano cada canción con el título, beats, punto de entrada con su minuto y segundo. Pero también tengo varias copias de seguridad en USB. Hay tanto tiempo invertido en esa música que para mí tiene un valor incalculable. Y es que, si lo perdiera, me retiraría. No me queda tiempo en la vida para recuperar toda esa música. Por eso una de las copias está en una caja de seguridad.
“No soy un DJ al uso”
Hoy mi mesa es Pioneer CDJ 2000 y si salgo a pinchar, mi música va cargada en un USB que tiene marcado con chinchetas el punto de inicio de las canciones. Por eso, si la mesa no es como la mía, prefiero llevarla para tener todo más preparado y poder dedicarme al público.
Hay DJs que no miran a la audiencia. Quedan como absortos en lo que están haciendo. Es su estilo y tienen también mucho éxito. Pero a mí, como DJ, me gusta mucho conectar con el público. Me da igual si pincho house, dance, reggaeton, latino, flamenco-rumba o oldies. Para mí lo importante es estar compenetrado con el público. Si les miras y conectas, puedes darles lo que les gusta y ellos te devuelven una energía muy poderosa. Eso es lo máximo.
En muchos aspectos no soy un DJ al uso. Tengo tan presente al público que me centro en contentarles. Hay algo que no suele gustar y es que se acerquen mucho a la mesa a hacer peticiones, porque a veces es un mal momento en el que estabas concentrado o porque lo que piden no encaja. Pero siempre llevo conmigo un papel y un boli para que lo apunten ya que con lo que estás haciendo y el ruido así es más fácil, y si puedo complacerles lo hago. No se me caen los anillos. Quizá sea esta vocación de servicio que tenemos grabada a fuego en la casa y que recorre toda la historia de RIU. También se nota en la selección de temas. Me guío por lo que me gusta, por lo que se lleva, pero sobre todo y ante todo, por lo que funciona en ese foro ante ese público. Y es que así, cuanto más disfrutan, es como yo también recibo más.
Grandes hitos en una amplia carrera como DJ por todo el mundo
Y esa es la clave para poder hacer esas sesiones tan largas. Mi récord fue una fiesta de cumpleaños con 100 personas que comenzó a la una del mediodía y se alargó hasta la una de la madrugada. 12 horas de darlo todo en la mesa de mezclas. Acabo exhausto, pero feliz. Esa es una anécdota, pero tengo cientos. Esta afición me ha traído muchas alegrías:
- Recuerdo con mucho cariño la sesión que tuve en la fiesta del Gay Pride del Centro Yumbo de Maspalomas por el público tan entregado.
- También recientemente pinché en la terraza del Riu Plaza España de Madrid junto al conocido productor David Penn.
- Tengo pendiente, para cuando el Covid lo permita, pinchar en la Feria del Puerto de Santa María en Cádiz.
- También aprecio mucho a los amigos de Hotel Hostal Cuba de Palma y de Mhares Sea Club porque me han abierto sus puertas en muchas ocasiones para ofrecer a sus clientes una de mis sesiones en Mallorca.
Pero a día de hoy, la sesión de la Riu Get Together Party del Riu Tequila, que se celebró en noviembre de 2019, está en el top. Se creó un ambiente increíble en la Neon Party con la asistencia de 3.854 personas de todas las edades y nacionalidades. Eran los clientes de los hoteles RIU del complejo de Playacar en México. Fue un ambiente divertido, de baile y disfrute para todos. Y por el tamaño de la fiesta, muy espectacular.
De hecho, como ya conté no hace mucho, la Riu Party que ofrecemos en varios de nuestros hoteles es fruto de mi pasión por la música. La pandemia nos ha obligado a pisar el freno, pero es un producto que está funcionando de forma excepcional. Y es que me baso en el mismo principio que en mis sesiones. En las Riu Party a la gente le gusta ser protagonista de su propia diversión. Bailar, cantar y sudar. No estar sentados escuchando y viendo, sino estar de pie y acabar con la sensación de que has tenido una de las mejores tardes o noches de tu vida. Y para eso, la clave está en tener un buen DJ. Claro que las performance, bailarines, luces y attrezzo ayudan mucho a crear el ambiente también.
Una afición desarrollada con el apoyo de la familia RIU
La cara menos amable de esta pasión se la lleva de nuevo mi mujer Isabel. Como cuando la convenzo para que me acompañe a unas vacaciones en Maldivas que se terminan convirtiendo en una pequeña visita de trabajo. Ella, que de jovencita les decía a sus amigas que nunca se iría con el DJ porque es el primero que llega y el último que se va. El que se queda en su cabina, mientras los demás se divierten. Ella justo acabó conmigo. No son solo las fiestas en las que pincho, en las que todos pueden estar con sus parejas y amigos disfrutando, sino también todas esas horas en casa que dedico a bajar y clasificar las canciones. Ella misma dice con resignación que nunca puedes decir que “de esta agua no beberé”.
Playlist de RIU Hotels & Resorts en Spotify
Sé que hoy en día los aficionados a la música siguen a sus artistas favoritos o se mantienen al día de las novedades en Spotify. Llevan tiempo animándome a crear una cuenta y hoy parece el momento adecuado para presentar el canal de Spotify de RIU Hotels & Resorts. Lo hacemos con una lista de canciones que he creado como muestra del amplísimo abanico de música que manejo como DJ. Aquí hay canciones de siempre, ritmos de todo tipo y alguna canción que apunta a éxito de este verano. Hay algo para cada quien, como en mis sesiones. ¡A disfrutar del verano y de la música!
*Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Luis Riu, CEO de RIU Hotels & Resorts, y se reproduce con su consentimiento.
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